Los lectores que rondan ahora entre la treintena y la cuarentena fueron los privilegiados espectadores del desembarco de la animación japonesa en nuestro país. Es verdad que, con anterioridad, ya nos habían llegado series que se convertirían en un referente cultural en nuestro país: Heidi, Marco, Mazinger Z… Pero a mediados de los 80 se emitió una de las series que más marcaron a esa generación, sólo de forma comparable a cómo lo haría años después Dragon Ball. Estamos hablando de Capitán Harlock, de Leiji Matsumoto, serie basada en el manga homónimo y que en España pudimos ver emitida por Televisió de Catalunya,
El autor, Leiji Matsumoto, escribió alrededor de mil páginas para esta serie, dejándola en cierta forma abierta. Norma Editorial hace poco recuperaba esa serie original en formato integral y a la vez iniciaba la edición de Capitán Harlock Dimension Voyage, una nueva serie que cuenta con los guiones del autor original y los lápices de Kouichi Shimaboshi.
En realidad, Capitán Harlock Dimension Voyage es un remake (o reboot, no sabría decir cuál de las dos) de la serie original. La trama que Matsumoto nos ofrece es la misma que en su obra original, es decir, conocemos a Harlock, un pirata espacial exiliado de la Tierra, que lucha con las malvadas mazon, las “mujeres que arden como el papel” y que planean apoderarse de la Tierra ante la desidia del gobierno planetario. El joven Tadashi Daiba, hijo de un antiguo amigo de Harlock, se unirá, pese a sus dudas, a la tripulación de la Arcadia para luchar por nuestro planeta.
Visto de esta manera, podría parecer que la obra no tiene mucho interés, pero he aquí que la baza principal de este manga es su dibujante, Kouichi Shimaboshi. Él se encarga de dotar de nueva vida al clásico de Matsumoto. Todos apreciamos la obra de este sensei, pero Shimaboshi la introduce en el siglo XXI. Su dibujo respeta todos y cada uno los diseños originales, pero les da un aire nuevo y vigorizado, fiel al original: personajes principales muy estilizados y secundarios de estilo caricaturesco. Matsumoto creó a su personaje hace ahora 40 años y se nota en el tempo de la narración. Dimension Voyage es un manga más dinámico, con planificaciones más abiertas y un trabajo en fondos y detalles muy superior al original. En cuanto al argumento, la vena romántica del pirata que por la libertad de una sociedad que, irónicamente, le ha dado la espalda, sigue ahí de forma íntegra. Harlock es el espíritu de la rebeldía; su díscola tripulación es la victoria del gobierno de un niño, que decía Nietzsche. Su aura de misterio es más atractiva que nunca y su pose melancólica y doliente sigue funcionando a todos los niveles tras tantos años. La amistad incondicional y la lucha por el Ideal es la columna sobre la que se vertebra el argumento de esta obra.
En resumen: Capitán Harlock Dimension Voyage es una ilusionante actualización de un mito para nuevas hornadas de lectores. Al contrario que con otras actualizaciones de obras conocidas, no hay nada que temer de esta nueva versión: es una nueva perspectiva de un clásico que hará que llegue a muchos nuevos lectores que lo interioricen, lo hagan leyenda y, con un poco de suerte, queden marcados para siempre como ocurrió con nuestra generación.
@cisnenegro