Reseña del libro “Causa de la muerte”, de Richard Shepherd
La literatura médica me parece fascinante. Si De matasanos a cirujanos, de Lindsey Fitzharris, fue una de mis mejores lecturas de 2018, Causa de la muerte, de Richard Shepherd, que reseño en estas líneas, le va a la zaga en 2021.
Como reza el subtítulo, Causa de la muerte es «La vida y las muchas muertes de un médico forense». Un médico forense que tiene en su haber más de 20 000 autopsias y que ha participado en la investigación de casos mundialmente conocidos como el accidente de tráfico de Lady Di o el atentado de las Torres Gemelas, además de en cientos de asesinatos, masacres, explosiones y muertes sospechosas.
Con más de sesenta años, Richard Shepherd se retrotrae a su infancia y nos relata cómo la prematura muerte de su madre tuvo mucho que ver en ese bloqueo emocional que ha sufrido toda la vida y en su interés por todo lo relacionado con la anatomía, las patologías y la muerte. No es de extrañar, por tanto, que acabara siendo médico forense.
Comenzó su andadura profesional en los años ochenta, cuando los procedimientos de la medicina forense eran distintos a los de hoy en día, tanto que las pruebas de ADN, tan cotidianas ahora, parecían algo propio de la ciencia ficción. A medida que explica los casos más relevantes de su larga trayectoria, cuenta también cómo estos afectaban a su vida familiar. Como es obvio, los horarios exigentes y lidiar con el horror y el dolor a diario no le facilitaban las cosas en casa. Al exponer paralelamente ambas áreas consigue que empaticemos con él, por más frío que se muestre cuando empuña el bisturí.
Aparte de conocer los entresijos de su oficio, Causa de la muerte resulta interesante porque desmonta muchos mitos. Las investigaciones reales están lejos de ser como las tramas de las novelas policiacas donde todo encaja, ya que dependen de múltiples interpretaciones y hechos contradictorios. Los cadáveres revelan los motivos de su muerte, pero no siempre los vivos saben (o quieren) verlos.
Tampoco se corta a la hora de criticar que algunos compañeros han desvirtuado las estadísticas oficiales dictaminando las causas de ciertas muertes demasiado rápido, que la ciencia de homicidios tiene muchos puntos débiles que nadie se sienta a solucionar, que los médicos forenses son presionados en algunos juicios y que la profesión en general ha sufrido varios varapalos en los últimos años. Como suele pasar, a veces priman las partidas presupuestarias a saber la verdad.
Para Richard Shepherd, su trabajo siempre ha sido una forma de mejorar el mundo. Además de dar respuestas a muchas muertes, lo que facilita la fase de duelo de los familiares, ha contribuido a que se modificasen los protocolos de inmovilización de las cárceles (que estaban provocando la muerte de presos) y se mejorara la ley de protección de la infancia (tras demostrarse que el motivo del fallecimiento de muchos bebés no era la muerte súbita). En Causa de la muerte, trata de que la medicina forense deje de ser un secreto abominable para el gran público, y lo consigue gracias a un relato honesto y humano, con todo lo bueno y lo malo que ello implica. A través de sus ojos expertos, la muerte adquiere un nuevo significado.