Reseña del libro “Chicas de muerte y de furia”, de Natasha Ngan
“Para salvar el reino y su amor, las chicas de papel y de fuego tendrán que darlo todo.
Pero la guerra ya se ha desatado”
Chicas de muerte y de furia es el último libro de una trilogía escrito por la autora best seller del New York Times, Natasha Ngan, traducido por la editorial Puck.
La novela continúa con la historia de Lei y Wren, dos jóvenes que junto a otras 7 chicas, se vieron obligadas a servir como concubinas al Rey Demonio en una sociedad dividida en castas (Humanos, medio demonios y demonios). Pero tras conspiraciones y mucha determinación, se alzaron contra el rey atentando contra su vida y huyendo para iniciar una guerra
En Chicas de muerte y de furia, las circunstancias de la guerra hacen que las protagonistas deban separarse y tendrán que superar todos los obstáculos que esta les imponga para volver a estar juntas, lo cual, por retorcido que suene, he disfrutado mucho. Porque me ha permitido sentir la desesperación de ambas por reencontrarse con su amada, el amor y lealtad que siente la una por la otra y los límites que están dispuestas a sobrepasar para recuperar a quien aman.
Natasha es increíblemente buena creando expectación. Ha distribuido el libro en capítulos desde la perspectiva de las dos protagonistas, lo que ha conseguido que me sintiera ansiosa sobre qué pasaría en el siguiente capítulo y quién estaría narrando.
Lei es una joven criada en un pueblo pequeño, con una familia unida y una vida simple. Pero nació con una condición que solo se daba en los demonios, tenía los ojos dorados brillantes. La Elegida de la Luna la llamaban y a pesar de que comenzó como una joven sencilla y normal, acabó convirtiéndose en el símbolo de una revolución. Me ha encantado la evolución de este personaje. Siento que la autora trataba de dejar claro que cualquiera puede crear algo grande. Que por muy pequeño o corriente que uno se sienta, tiene el potencial de convertirse en el inicio de un gran cambio.
Wren sin embargo, fue entrenada toda su vida para esto, la guerra. Desde el inicio de la trilogía se la presenta como un personaje frío y distante. Una mujer que tiene un objetivo claro y cree conocer su destino y misión en el mundo. He disfrutado que, a pesar de esto, toda esa frialdad se derretía cuando estaba a solas con Lei. Que a pesar de su crianza, era capaz de amar con tanta ferocidad y lealtad a alguien.
Me ha parecido impresionante lo bien construidos que están todos los personajes de la trilogía Chicas de papel y de fuego. Desde el personaje más insignificante hasta el propio villano, que a pesar de ser un hombre despiadado y aparentemente intocable y poderoso, en muchas ocasiones se deja ver su miedo y sus inseguridades, humanizándolo.
Un personaje con el que he tenido una lucha interna y he sentido un amor-odio casi frustrante es la mejor amiga de Lei, Aoki. Quien se enamora y defiende al rey a pesar de todo lo que este ha hecho.
En definitiva, Chicas de muerte y de furia me ha encantado. La narrativa te mantiene atenta en todo momento y la autora sabe cómo hacerte empatizar casi con cualquier personaje.
Cuando terminé este libro sentí un vacío al ser el último libro de la trilogía. Creo que la fantasía es de los géneros más difíciles de escribir puesto que se debe construir todo un nuevo mundo para ello, y esta autora no solo consiguió crear este mundo con sus sistemas y sociedad bien elaborados, si no que consiguió enlazar todo con la sociedad actual, incluyendo temas como la lucha de las mujeres, los horrores de la guerra, el hambre, la traición, la orientación sexual e incluso el egoísmo y la ambición.
Recomiendo esta trilogía a todos los amantes de la fantasía, sobre todo si disfrutas leer una buena revolución.