Chorromoco 91

Chorromoco 91, de Pepe Colubi

La adolescencia. Bendita época. Nos pasamos la infancia en la escuela, disfrutando, gracias a nuestra ignorancia, de todo lo que nos rodea. Pasamos después a una etapa, coincidiendo con el instituto, donde nos da por convertirnos en Holden Caulfield, cuestionando todo lo que nos rodea, quizá fruto de las hormonas que nos van cambiando por dentro y por fuera. Y cuando ya pensamos que la vida nos empuja al mundo de los adultos, unos cuantos decidimos pedir una prórroga para disfrutar del paraíso… en otras palabras, de ¡LA UNIVERSIDAD!

Empezamos en ese momento una vida disoluta, borrosa de tanto humo y cerveza, entregados a un solo objetivo, el disfrute propio.  Febrero, junio y septiembre rodean al estudiante por unos días de falsa madurez, en la que hincar los codos es un mal pasajero que hay que atender. Muchos se lo toman en serio, como debería ser, y otros queremos estirar tanto esa etapa que salimos de la facultad con un título de poco valor y una edad más cercana a la treintena que a la veintena.

Y en esta situación nos encontramos con Pepe, álter ego del autor de Chorromoco 91, Pepe Colubi… ¡agárrense, que vienen curvas!

Tras publicar en 2008 “California 83”, Pepe Colubi da continuación a su biografía novelada con “Chorromoco 91”. Si en su primer libro conocemos a un “Pipi” (así le llamaban los americanos) que viaja a California para sacarse el COU, en esta novela que hoy os traigo tenemos a Pepe inaugurando la década de los 90 con la carrera de Filología Inglesa a punto de terminar, lo que le supone un mar de dudas a la hora de dirigir su futuro.

Intentar describir en pocas líneas a Pepe resulta complicado. Digamos que nuestro protagonista es un ser demasiado alegre y disperso, adicto a la juerga, al tetris y a la buena música. Sigue enamorado de Janine, su amor platónico de la etapa californiana, aunque digamos que no le “hace ascos” a cualquier otra hembra que pase por su lado.

Chorromoco 91 no solo son las andanzas de su personaje, sino una excusa única para analizar la España que pasó de los 80 a los 90, esa España que dio la bienvenida a la televisión privada con la aparición de Telecinco, Antena 3 y Canal +. Pepe, adicto a la televisión, desgrana uno a uno los nuevos formatos televisivos de estas cadenas, rescatando programas que muchos de los que vivimos aquella época teníamos casi olvidados.

Pepe Colubi también narra su asistencia a eventos míticos como aquel concierto de los Rolling Stones en el Vicente Calderón en junio de 1990, y sobre todo, sus escarceos sexuales más íntimos. Por momentos, la novela se convierte en la versión para hombres de las “50 sombras de Grey”, con fragmentos inigualables, pero capaces de escandalizar al lector más puritano.

Muchos de los que leáis “Chorromoco 91” os sentiréis identificados con su protagonista. Todos hemos tenido en la adolescencia un bar como “El mundo” en el que poder emborracharnos cerveza tras cerveza con unos amigos como Urtubi o Bosco, colegas de barra con los que matar la tarde sin tener ningún tipo de conversación interesante durante horas. Y muchos también nos habremos enamorado de mujeres como Sara o Bella sin apenas cruzar palabras con ellas, para qué engañarnos.

Chorromoco 91 es un libro que puede engañar al lector. Bajo el aura de patetismo que envuelve a su protagonista, reside un gran conocedor de la música rock, y bajo la supuesta ligereza del argumento del libro, nos encontramos con unas narraciones inteligentes, ágiles y aderezadas con las dosis justas de humor y música para disfrutar de una buena lectura. Y es que estamos ante un libro transgresor, gamberro y polémico, pero escrito con la maestría de Pepe Colubi, un periodista que se amolda a cualquier medio a la perfección.

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