Reseña del libro “Cita con Rama (Edición Ilustrada), de Arthur C. Clarke
No estamos solos en el universo. Pensar lo contrario es de ingenuos. Es de ser esos peces que vagan por un acuario sintiéndose especiales sin siquiera tener constancia del mar. La verdadera cuestión es: ¿Cuándo ocurrirá? ¿Cuándo tendremos contacto con alguna forma de vida evolucionada? ¿Estamos buscando bien? ¿Quieren ser encontrados? ¿Nos interesa ese contacto? Y, una vez haya contacto, ¿será amistoso o de lo contrario se cumplirá esa regla en la que la civilización más avanzada conquista a la más rudimentaria? Mientras dejamos que los profesionales, embarcados en diferentes proyectos SETI, hagan su trabajo, los mortales del motón podemos reflexionar sobre todas esas cuestiones a través del cine, la literatura o los cómics. Mediante estos medios podemos encontrar historias muy entretenidas, otras muy palomiteras, alguna teoría muy loca y, por último, las más interesantes, las que teorizan sobre un encuentro con un detallado rigor científico. Cita con Rama, un clásico indiscutible de la ciencia ficción escrito por Arthur C. Clarke, pertenece a las del último grupo, a esas historias que especulan sobre un posible encuentro con una civilización avanzada intentando dar toda la verosimilitud posible a un hecho de tales proporciones.
Cita con Rama da su pistoletazo de salida no con naves espaciales y búsquedas de vida más allá de nuestro sistema solar sino con meteoritos. Como si de una película de catástrofes se tratara, en la segunda página del libro el lector es catapultado hacia el año 2077 y el autor hace caer un meteorito sobre el norte de Italia arrasando por completo la zona. Todos los gobiernos deciden, de forma un tanto utópica, trabajar por un bien común y crean el Proyecto Vigilancia Espacial con el cometido de que una catástrofe de ese calibre no vuelva a repetirse jamás. Arthur C. Clarke pone así la primera piedra de lo que poco a poco se va a convertir en un tremendo monumento a la hard SF. Con una prosa exenta de todo tipo de florituras, y casi cercana a la divulgación científica, Clarke vuelve a hacernos saltar en el tiempo antes de que toda la función se ponga en marcha. Año 2130: con una parte del sistema solar colonizado por la humanidad y el Proyecto Vigilancia Espacial trabajando a todo gas se detecta un meteorito en dirección a la Tierra. Un puñado de brillante jerga científica después (que Clarke suaviza con metáforas que facilitan la comprensión) descubrimos con estupor que el supuesto meteorito es bastante probable que no sea un meteorito.
A pesar de toda su complejidad Cita con Rama se muestra como una magnífica novela sobre el afán explorador de la humanidad. En no pocos momentos me ha recordado a esas novelas en las que Jules Verne imaginó a hombres con la capacidad para sondear el centro de la Tierra o la mismísima Luna. La esencia es exactamente la misma, aunque, evidentemente, no así su rigor. El autor de 2001: Una odisea espacial, pone todos sus conocimientos sobre física, matemáticas y astronáutica a favor de una narración que empieza a enganchar de verdad cuando los astronautas ponen un pie dentro de la nave. Clarke se esmera en cada detalle, por pequeño que sea, para que incluso el descenso por una escalera pueda resultar un reto increíble y vertiginoso. Y aunque la perspectiva que vamos a tener es la de los hombres y mujeres que intentan descubrir los porqués y los cómos de esa nave espacial que parece abandonada a su suerte (pero que a cada paso que dan les muestra algo nuevo), Clarke también cubre la perspectiva geopolítica (a nivel planetario) con un consejo presidido por los representante de cada lugar del Sistema Solar colonizado por el humano. Como apoyo de una narración que va de cero a cien en unas pocas páginas y que consigue que el lector se convierta en uno más de la tripulación, en la nueva edición de lujo de Cita con Rama publicada por Nova, encontraremos cinco ilustraciones del artista Gabriel Björk Stiernström. Ilustraciones que bien podrían ser el arte conceptual de una película y que a título personal, y teniendo en cuenta que es un libro de casi 390 páginas, me han sabido a muy poquito.
En resumidas cuentas, Cita con Rama invita al lector a un emocionante viaje de exploración, en algunos momentos misterioso e incluso inquietante, que va de menos a más y que gracias a su notable rigor científico convierte lo inverosímil en plausible.