Todos aquellos que hayan sido, sean o pretendan ser, seguidores de las sagas a las que Marvel nos tiene acostumbrados han oído, oyen u oirán la siguiente frase: “empieza con Civil War, y prepárate para que te explote la cabeza del gusto”. Obviamente esto es lo que escuché yo cuando empecé en esta andadura del mundo de los cómics, pero se entiende lo que quiero decir. Creo que nunca un evento causó tanto furor en el imaginario colectivo de fans de este género. Supuso una ruptura con casi todo lo que habíamos leído; puso sobre las cuerdas a dos de los personajes – Iron Man y el Capitán América – más irónicos del mundo marvelita y sentó las bases de lo que estaba por llegar – aunque, en mi opinión, no hayan tenido la misma repercusión ni el mismo trasfondo, salvo honrosas excepciones -. Y si bien es cierto que siempre he dicho que los tiempos están cambiando, también es muy cierto que el hombre, los guionistas, los editores, saben perfectamente que “si algo funciona, ¿por qué vas a dejar de hacerlo?”. Y así, tiempo después, se nos presenta una nueva guerra civil, o al menos en este Civil War II 0, un preludio de aquello que nos quiere prometer que todo lo que conocíamos va a cambiar – aunque esté cansado de escuchar esta frase todavía me sigue poniendo los nervios a flor de piel por si realmente sucede – y que deja a las claras algo que ya había supuesto: lo que nos gusta que nuestros superhéroes favoritos peleen entre ellos.
Bien, voy a intentar desgranar lo que sucede en este número 0 sin contar demasiado. ¿Que cómo lo voy a hacer?, os preguntaréis. Pues realmente, ni idea, pero por intentarlo que no quede. Se nos presenta a Hulka en un juicio. Aunque pueda parecer algo raro en un principio, más adelante – en el número 1 que ya tengo pensado reseñar – entenderemos ese foco de atención a un personaje que, para mí, no tiene mucho interés. No he seguido su trayectoria, las series que ella ha tenido como protagonista han pasado por mis ojos sin pena ni gloria, pero he de decir que lo que aquí sucede es un buen punto de inicio para ponernos en situación así como ver a otra de las protagonistas de este nuevo evento: Capitana Marvel. Continuemos. Seguimos con los Inhumanos. Y aquí sí que me detengo. Porque es uno de esos grupos que a mí me encanta. Para aquel que no sepa de qué va la historia, el caso es que una niebla terrígena ha llegado a la Tierra y todo aquel que tiene ADN inhumano, al ser tocado con aquella se convierte en uno aunque no haya desarrollado sus poderes nunca. Y aquí tenemos a Ulysses: el centro de toda la atención. Sólo sabremos que lo que ve es el mismísimo apocalipsis, una ciudad completamente arrasada. Pero lo bueno viene ahora. Hasta ahora todo ha sido un mero trámite. La siguiente escena es una lucha contra uno de los villanos más conocidos del mundo Marvel. Y las consecuencias de esa batalla, ay las consecuencias de esa batalla, serán con seguridad el detonante de todo, lo presiento, lo intuyo, porque aquí uno de los personajes que todos conocemos acaba de morir, de palmarla, de dejar de respirar y yo me quedo con la pregunta en mi mente: ¿qué va a suceder a partir de ahora?
Las comparaciones siempre resultan odiosas. Por necesidad. Y si bien es cierto que ya por el simple hecho de llamarse Civil War II 0 la mente se dirige irremediablemente a aquello que ya vivimos y que nos dejó tan buen sabor de boca, creo que hay que darle una oportunidad alejando las expectativas. Por una vez, Brian Michael Bendis, al que he considerado hasta no hace mucho uno de los mayores vende humos de este planeta, ha conseguido hacer que pique mi curiosidad. Un preludio que puede leerse o no pero que yo recomiendo por una simple cuestión: cuando todo estalle por los aires, ¿quién te dice a ti que no te estás perdiendo algo? La serie central empieza fuerte – quizás no tanto como esperaba o, al menos, no con la misma carga emocional que su predecesora, pero eso no importa ahora – y nos deja con ganas de más. ¿Es eso razón suficiente para que empecemos a leer? Si no lo es, perdonadme, pero a mí me basta y me sobra. No pido más a una publicación que me promete lucha interna y poner en tela de juicio qué es aquello que estaríamos dispuestos hacer por el futuro. Ya lo entenderéis en la siguiente reseña.