Claire DeWitt y la ciudad de los muertos, de Sara Gran
Cuando vi de qué iba Claire DeWitt y la ciudad de los muertos, la nueva novela de Sara Gran (Brooklyn, 1978), sentí una curiosidad inmediata. ¿Por qué? se preguntará mucha gente, a fin de cuentas se trata de una novela más de detectives. Pues porque se trata de una novela, diferente. ¿En qué? se seguirá preguntando alguna gente. Pues para empezar en la protagonista, Claire DeWitt, una joven y experimentada detective que dice de si misma ser la mejor del mundo y cuyo método de investigación es la consulta del I Ching o el consumo de drogas capaces de hacer que la mente se abra a otras realidades. Creo que son motivos suficientes para, como mínimo, pensar que la novela tiene buena pinta.
Un nuevo caso lleva a Claire DeWitt a investigar la desaparición de Vic Willing, un acaudalado fiscal auxiliar del distrito, durante el archiconocido huracán Katrina que asoló Nueva Orleans en agosto de 2005. Una ciudad que la protagonista conoce al dedillo y que le trae buenos recuerdos y fantasmas del pasado a partes iguales. En cuanto al argumento, es todo lo que voy a escribir. Que cada uno se sumerja en la historia cuando buenamente pueda o quiera.
La novela nos lleva a los bajos fondos de Nueva Orleans y ya se sabe que en estas situaciones los métodos menos ortodoxos son los que al final surten efecto. De ahí que sea algo difícil ponerse en la piel de la protagonista y aprobar sus métodos y las acciones que lleva a cabo en su periplo para resolver el misterio al que se enfrenta. Ahí hay otra diferencia más con las clásicas novelas detectives en las que el investigador privado de turno es una especie de héroe moderno con gabardina, sombrero y cigarrillo colgado al labio, tan perfecto él que todas las mujeres piensan que es atractivo y todos los hombres, quieren ser como él. Dudo mucho que nadie quiera ser como Claire DeWitt y, aún así, el lector (al que la lectura del libro no le llevará mucho tiempo debido al ágil ritmo del mismo) no podrá para de leer pensando cuál será el siguiente paso de Claire y cómo se las ingeniará para resolver un misterio del que los datos le van llegando al que lo lee a cuenta gotas.
Algo más que me gustaría destacar, son los personajes. Todos ellos cuentan con un aura de misterio y con unos demonios internos que hacen que resulten de lo más intrigantes y hace también, que sospeches de todos.
La lectura de Claire DeWitt y la ciudad de los muertos ha sido rápida y agradable y, en mi caso, que siempre estoy buscando resolver el misterio antes de que acabe el libro, ha resultado de lo más estimulante pues sabía más o menos por dónde iban los tiros pero no estaba segura al 100%.
Una desaparición tras un huracán, una ciudad en ruinas, una detective poco común, demonios del pasado…. esos son los principales ingredientes de una novela que, desde luego, es diferente.