Código Mourinho, de Juan Carlos Cubeiro y Leonor Gallardo.
La sabiduría recomienda mantener un equilibrio y no caer en esos extremos que, dicen, nunca son buenos. Uno lo intenta cada día pero no es fácil, porque mantenerse equilibrado es como ir caminando por una soga y ver a la izquierda y a la derecha esos extremos casi magnéticos que nos atraen y no caer en la tentación. La sociedad misma tiene incorporada la rutina de elegir entre extremos y nos parecen simples preguntas como ¿Dulce o salado? ¿Boca o River? ¿Messi o Cristiano Ronaldo?
Hagan este ejercicio: ¿Se imaginan a una persona respondiendo que es simpatizante de Barcelona y Real Madrid al mismo tiempo? Imposible. Nos parecería raro.
Con Mourinho pasa lo mismo: nos resulta muy difícil verlo desde un equilibrio. O lo odiamos o lo amamos.
Y a él le gusta eso. Mucho.
Código Mourinho, escrito por Juan Carlos Cubeiro y Leonor Gallardo (quienes también escribieron Liderazgo Guardiola) intenta descifrar y sobre todo entender por qué Mourinho es como es. Y cuando se preguntan por qué, entran a analizar una de las cuestiones más repetidas sobre el entrenador portugués: ¿Es realmente como se muestra o estamos ante un personaje bien compuesto y preparado? ¿Cómo un traductor que cobraba sesenta euros al mes en el Barcelona pasó a convertirse en el entrenador mejor pagado del mundo? ¿Qué podemos tomar de Mourinho y aplicarlo a nuestras rutinarias vidas?
Y ese es otro punto interesante de Código Mourinho, que no solo es una biografía del portugués sino, sobre todo, un análisis global de sus métodos visto desde la miradas de dos especialistas en coaching y la motivación y de cómo podemos utilizar sus técnicas en nuestras carreras particulares.
El éxito no es casualidad y tras leer Código Mourinho uno comprende que “The Special One” no deja nada librado al azar y que pese a que muchos de sus futbolistas vieron en él una especie de brujo que adivinaba lo que ocurriría minutos después en el campo de juego, en realidad era el trabajo y la organización lo que le permitían al entrenador adelantarse a las consecuencias.
Mourinho es querido por la gran mayoría de los jugadores a los que entrenó y tampoco esto es producto de la casualidad, ya que a la protección total de sus jugadores (sobre todo cuando las cosas van mal, que es cuando Mou suele crear otros conflictos en las conferencias de prensa y que sirven para distraer del punto real del problema) le suma unos entrenamientos en los que lo físico no es lo más importante y en los que en todo momento se tiene contacto con el balón, algo que los futbolistas agradecen de sobre manera. Y su capacidad para manejar grupos es le viene desde joven y que no solo tiene ahora, cuando dirige a los equipos más poderosos del planeta. Cuentan que cuando dirigía al Unión de Leiria prometió a sus jugadores que cuando le toque dirigir a un equipo grande se llevaría con él a aquellos que lo hicieran bien esa temporada. El modesto equipo portugués terminó en la cuarta posición, Mou asumió en el poderoso Porto y con él se llevó a tres jugadores del Unión de Leiria: Nuno Valente, Tiago y Derlei.
Leyendo Código Mourinho queda al descubierto el abanico de decisiones que lleva a Mou a controlar casi todo los aspectos de club que lo contrata para asegurarse fidelidad total pero al mismo tiempo para mantener a todos contentos; nunca cobra menos que el jugador más caro de la plantilla para que no lo despidan de un calentón, siempre pone de segundo a un hombre de la casa (Karanka en Madrid, Abraham Grant en el Chelsea, etc.), declara que el grupo es más importante que las individualidades pero que ni el mejor de los grupos es más importante que el club y tanto en los entrenamientos (antes), en el partido (durante) y en las conferencias de prensa (después) se muestra totalmente seguro, firme, directo y sin un solo gramo de hipocresía.
Y es cuando uno, como lector, se empieza a preguntar si es verdad eso que dicen, que muchas veces criticamos lo que no podemos ser. ¿Quién no quisiera tener el éxito, la fama, el dinero y sobre todo la personalidad para decir lo que pensamos siempre y sin caer en la hipocresía?
Pero sobre todo, ¿qué hacemos para cambiar nuestra actualidad? Mourinho hizo mucho y logró ser quien quiso ser. Te guste o no.
Roberto Maydana