Reseña del libro “Constance”, de Matthew FitzSimmons
¿Qué conforma nuestra identidad?, ¿quizás nuestras memorias?, ¿o puede que nuestros orígenes? ¿Si fuésemos creados artificialmente y nuestros recuerdos fuesen implantados, podríamos considerarnos la misma persona que ha generado dichos recuerdos?, ¿podríamos considerarnos humanos?
El futuro de algo tan real como la clonación plantea esta y muchas otras preguntas. En Constance, Matthew FitzSimmons procura no dejarse ninguna en el tintero a través de las vivencias de su protagonista homónima, Constance D’Arcy.
La vida no ha tratado bien a Con (como así prefiere que la llamen). Ella era cantante y guitarrista de vocación y tenía un grupo con el que solía ir de gira. En uno de esos viajes, la caravana de la banda sufre un terrible accidente. Dos de sus amigos mueren y el líder del grupo y su amor de juventud queda en coma. La culpabilidad y la depresión son grilletes que le impiden a Con seguir adelante y deja pasar los días sin propósito definido mientras ejerce un trabajo que no le satisface. Sin embargo, el accidente también ha despertado en ella un intenso miedo a la muerte. Quizás por eso es la única de su ortodoxa familia que ha aceptado el regalo millonario de su tía Abigail, genio fundadora de la empresa de clonación Palingénesis. Este regalo no es otro que un clon que recibirá los recuerdos de Con y se activará en el momento en que ella muera permitiéndole seguir con su vida justo en el punto en el que la dejó. Para eso, Con debe acudir periódicamente a la sede de Palingénesis y efectuar el escáner de sus recuerdos de manera que, si algo le sucediera, su clon pueda tener registro de todas sus experiencias vitales.
Pero, durante su última revisión, algo inesperado sucede. Con pierde el conocimiento y, al despertarse, recibe tres impactantes noticias: ella no es la Con D’Arcy original, nadie sabe exactamente qué ha sido de la “auténtica” Constance y, desde su último recuerdo, han pasado dieciocho meses. A partir de ese momento, comienza la lucha de la nueva Con por descubrir la verdad mientras intenta sobrellevar los efectos secundarios derivados de una clonación inestable. Para ello tendrá que enfrentarse al desprecio y las amenazas de la opinión pública y los movimientos radicales anticlonación, así como a las manipulaciones de empresarios, magnates y miembros de la policía.
Con no parará ante nada hasta descubrir lo que sucedió en esos dieciocho meses que no recuerda y saber qué le ocurrió a su original. Su lucha no será solo externa, sino también interna, pues confrontará dudas existenciales y varias crisis de identidad respecto a lo que significa ser uno mismo.
Constance está escrito con suma frescura y una prosa ágil. En ningún momento nos permite olvidar que la joven D’Arcy es una artista, una persona que actúa poniendo en valor las emociones y se deja llevar por sus sentimientos. Muestra una actitud del tipo: “los viejos roqueros nunca mueren” desconfiando de las autoridades y no dejándose deslumbrar por figuras públicas. Es inevitable sentirse conectado a su rebeldía, su inseguridad y su empatía, lo que hace que esta historia de ciencia ficción sea tan accesible.
A lo largo de la trama también se hace referencia a otros problemas futuribles que ya estamos empezando a vislumbrar como el cambio climático y la desertización, la alimentación artificial para suplir la falta de recursos o el posible declive de las redes sociales. El autor trata todos estos temas con total normalidad y sin incidir demasiado en ellos como dando por sentado un futuro que, por desgracia, podría no estar tan lejano. Es precisamente esta forma de abordarlos lo que genera cierto vértigo y sensación de urgencia.
La obra de FitzSimmons parece ser una oda a obras de ficción como La isla del Dr. Moreau de H.G Wells, El hombre duplicado de José Saramago, La posibilidad de una isla de Michael Houellebech o la mismísima saga cinematográfica de Blade Runner, pero nos toca de forma cercana, con una naturalidad y una simpleza que son de agradecer.
Podría decirse que Constance es, ante todo, un intento de plantearnos la pregunta: ¿qué nos hace ser quienes somos? Si te atreves a responderla, entonces te recomiendo que eches un vistazo al catálogo de AdN y te hagas con esta novela.