Conversación con Ángel Gabilondo, de Juan Cruz Ruiz
“Siempre he aspirado a ser alguien sencillo, me gustaría llegar a ser alguien sencillo. La sencillez para mí es una cualidad extraordinaria. No digo ser simple, eso no me gusta; hablo de ser sencillo, de depurar”.
Tras mi buena experiencia con la lectura de Conversación con Juan Carlos Monedero, de Ramón Lobo, vuelvo a repetir con un libro de la editorial Turpial. Su colección de “Libros urgentes”, además de una exquisita edición, sirve de gran utilidad para saber un poco más sobre el mundo en que vivimos, este mundo donde cada vez es más difícil conseguir informaciones “limpias”.
En este caso es Juan Cruz Ruiz, conocido periodista, el que entrevista (o mejor habría que decir charla) de manera amplia, cercana y sosegada a Ángel Gabilondo, candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid por el PSOE. Ángel Gabilondo cuenta con un perfil político bastante alejado del habitual, siendo más reconocido por su gestión como rector de la Universidad Autónoma de Madrid que por su currículo socialista.
Ángel Gabilondo puede que no sea un político que levante muchas filias entre los votantes, pero tiene la capacidad de levantar pocas fobias entre sus enemigos, algo digno de admiración. Al fin y al cabo, nos encontramos ante un hombre de letras, sencillo, como se cita en el inicio de la reseña; un filósofo que en un momento vital crucial decide dar un paso adelante, por él y por los suyos (y añadiría que pese a él y pese a los suyos). Puedes estar en el mismo bando, o puedes ser del contrario, pero los actos tomados con valentía siempre tienen que ser alabados; por eso el manifiesto “Digo sí” con el que presentó su candidatura es un acto que hace de la política algo más humano, justo cuando esta disciplina está más necesitada que nunca de personas que la dignifiquen.
Juan Cruz Ruiz y Ángel Gabilondo son como dos viajeros desconocidos que se encuentran en un tren y comienzan una distendida conversación. La entrevista, como bien advierte el autor en el inicio, fluye sin ningún guión establecido, pero parando por los principales puntos de actualidad del panorama nacional. A diferencia de Juan Carlos Monedero, con un estilo más directo, el estilo de Gabilondo es mucho más barroco, más metafísico. Y es que no hay que olvidar que estamos ante un filósofo, un intelectual que otorga a cada palabra y cada respuesta un sentido cuidado hasta el extremo, y que obliga al lector a analizar casi frase a frase su discurso.
Pero este hecho no empaña para nada el resultado final de la lectura, enriquecedora y amena por igual, que nos descubre a un personaje poco dado a abrirse por otros cauces (platós de televisión, redes sociales…), y en cuyos comportamientos podemos encontrar un espejo donde mirarnos. Por eso Conversación con Ángel Gabilondo se convierte en una lectura esencial; porque personas como Ángel son las que, acudiendo al socorrido símil futbolístico, “me gustaría tener siempre en mi equipo”.
“Quiero creer que no estamos ante el fin de la política, sino ante el fin de la mala política”
César Malagón @malagonc