Cuentos de Odesa, de Isaak Bábel
Voy a ser inusualmente práctico para comenzar esta reseña: si conoce a algún apasionado de la literatura rusa y quiere tener con él un detalle, no le de más vueltas: éste es su regalo de navidad perfecto. Y si no conocen a ningún enamorado de los rusos del XIX pues he aquí una magnífica oportunidad para crear uno. Se trata de un libro precioso, una edición exquisitamente cuidada con unas ilustraciones (de Iratxe López Munáin) no sólo estéticamente preciosas, sino que poseen alma rusa.
Los Cuentos de Odesa de Isaak Babel son una rareza, quiero decir que aun encarnando a la perfección esa gran tradición de cuentos populares, de personajes realistas, con especial cuidado de su lenguaje, con esa belleza inigualable del lenguaje campesino ruso, son en realidad cuentos de una sencillez y sobre todo de una intensidad poética un tanto desacostumbrada.
A la mesa no se sentaron en función de la edad ̶ un viejo bobo es lamentable, al igual que un joven cobarde ̶ , ni tampoco en función de las riquezas: el forro de los monederos pesados está cosido con lágrimas.
Los relatos nos los regala un narrador de una gran oralidad, parece que estuviésemos sentados con él en la tapia del cementerio y nos los contase únicamente a nosotros y no en voz muy alta. Por otro lado son episodios de la vida y el tiempo del “rey” Benia Kirk, malhechor con un particular y muy desarrollado sentido del honor cuyo reino es el barrio judío de Odesa, Moldavanka. A través de estos sencillos relatos se muestra un mundo complejo y completo, con pocas palabras ese narrador no sólo consigue mantener al lector sentado en la tapia escuchando su relato, sino que puede alzar la vista y tener una perspectiva completa del barrio, con sus desigualdades y sus injusticias pero sobre todo con su rico patrimonio humano.
«Pero ¿es que acaso no fue un error de Dios que los judíos se establecieran en Rusia para que sufrieran un tormento similar al infierno? ¿Es que hubiera estado mal que los judíos viviéramos en Suiza, rodeados de lagos de primera clase, de aire puro y franceses por doquier? Todos nos equivocamos, incluso Dios.»
Los personajes están magníficamente construidos, muestran lo necesario para que creamos conocerlos pero mantienen el halo misterioso que los convierte en literariamente interesantes siendo como son personas corrientes. Le coge uno cariño a la tapia desde donde les observa y oye hablar de ellos, porque son el testimonio de una época terriblemente fructífera desde el punto de vista literario.
Entonces, olvide por un momento que lleva quevedos sobre la nariz y que a su alma ha llegado el otoño. Deje de alborotar tras su escritorio y de tartamudear al hablar. Imagínese por un instante que alborota en la plaza y que tartamudea al escribir. Es usted un tigre, un león, es usted un gato. Puede pasar una noche con una mujer rusa y dejar satisfecha a la mujer rusa. Tiene veinticinco años. Si hubiera unas anillas enganchadas al cielo y a la tierra, usted cogería esas anillas y acercaría el cielo a la tierra.
Isaak Babel, el autor de estos magníficos Cuentos de Odessa, tuvo una relación azarosa con el régimen soviético, de hecho murió fusilado, y bien pudiera ser uno de los últimos maestros rusos del cuento de la época dorada de su literatura. Desde luego estos cuentos son todo un hallazgo.
Andrés Barrero
@abarreror
contacto@andresbarrero.es
¿Babel un escritor ruso del XIX?
No, desde luego no lo es y mi forma de decir que este libro gustaría a los amantes de la literatura rusa del XIX, porque me parece un más que digno continuador de esa tradición, no ha sido afortunada y lleva a equívoco. En el párrafo final hablo de su relación con el régimen soviético, lo que le sitúa mejor en el tiempo. En cualquier caso entiendo la extrañeza y pido disculpas por la mala redacción del texto en ese aspecto.
Un abrazo,
Andrés
Es el peor libro que eh leido en mi vida, lo odio y odio a los maestros que me obligaron a leerlo, no le entendi nada y lo lei como 8 veces, que mal gusto de litertura. no se compara con los de Hardy Thomas novelas de literatura inglesas, uuu super exelente, no como esto a lo que le llama cuentos.