“En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia. Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.”
Este breve extracto, que nos concede la pluma de Horacio Quiroga, pertenece a uno de los cuentos que compone esta pequeña antología de terror que ha reunido recientemente la editorial Uve Books. En este caso, reúne cuatro grandes cuentos de maestros del género: Leopoldo Lugones, H. P. Lovecraft, Bram Stoker y, del que hablaba anteriormente, Horacio Quiroga.
Creo que necesitaba un libro como este, de auténtico miedo, para abrir boca y leer más de estos autores, de los que todavía he leído muy poco. Y solo hace falta una noche para tumbarse en la cama, abrir sus páginas, dejarse llevar por cada una de las historias y, por último, taparse hasta arriba con las sábanas. Porque cada uno de estos relatos pone los pelos de punta y te hace mirar la puerta como si alguien o, mejor dicho, algo, fuera a entrar en cualquier momento para poner fin a tu vida. Y no sé si a vosotros os pasa, pero a mí me ocurre que ahora casi nada me da realmente miedo… Las películas gore o, incluso, esas novelas que anuncian como “la más terrorífica historia de…”, me dejan esa sensación de pavor que hace despertar la adrenalina. O, al menos, no me sucede muy a menudo.
Pero, si hay algo que tienen de especial estos cuentos, es que, a pesar de sus apenas 70 páginas en total, sí despiertan la adrenalina y, sobre todo, esa sensación de que podría pasar algo malo. Su lenguaje profundamente descriptivo (en el mejor de los sentidos), sus personajes más escépticos o, incluso, los que ya están muertos (subrayando también su carácter fantasioso), hacen que el ritmo de cada uno de ellos sea más que veloz hasta que, sin darte cuenta, ya te los has terminado y necesitas leer algo más. Porque creo que, si de algo sirve esta antología, además de hacerte sentir verdadero miedo en tan pocas páginas, es para dejarte con ganas de más y empezar a leer el resto de sus libros. Y estoy segura de que, para los que somos unos apasionados del género, merece realmente la pena.
Esa sensación de querer saber qué ocurre, si hay alguna salvación para el personaje y su oscuro entorno lleno de misterio y muerte, se siente en cada una de sus páginas. Es fácil dejarse llevar por lo que sucede, lo que parece realidad y lo que, sin duda, es fantasía (¿o no lo es?).
Y esto es un rasgo común de todos los cuentos, pero si tuviera que elegir solo uno de ellos, creo que me quedaría con El extraño, de Lovecraft. No solo por su increíble forma de narrar, ya que solo eso logró ponerme los pelos de punta. Sino por cómo nos presenta a su personaje principal y el lugar en el que vive, además de sus sueños y sus más terribles miedos, que parecen no terminar nunca. Y también destaca su forma de conducirnos a través de la historia del protagonista, cómo nos hace viajar con él hasta el final. Un viaje lleno de sufrimiento y, a su vez, esperanza sobre el futuro. Y cómo nos deja con la sensación de querer saber más tras acabar la última página.
“No puedo siquiera describir cómo era, se trataba de un conjunto de todo lo sucio, impío, molesto, anormal y detestable. Era la macabra sombra de la decadencia, la antigüedad y la desolación; la pútrida y grasienta aparición de una revelación malsana; la espantosa desnudez de aquello que la compasiva tierra siempre debe ocultar.”
Después de leer Cuentos macabros, sentí que sería posible tener pesadillas con cualquiera de sus personajes o los lugares en los que suceden cada una de sus historias. No importa si es una casa común o un castillo que parece encantado, incluso un camino, para imaginar que, en una sola noche, es capaz de ocurrir hasta el peor de los episodios de tu vida. Y con esa emocionante sensación de adrenalina (a algunos, a veces, nos gusta pasar miedo), que logró transportarme a esos lugares a través de cuatro increíbles plumas y a través de cuatro inquietantes y bien construidas historias, es con lo que me quedo de esta antología.
Por favor, Uve Books, necesitamos una nueva recopilación de las vuestras, tan cuidadas y con oscuras y tétricas ilustraciones. Esta vez, ¡necesitamos que sea más extensa! ¡Y que viva el terror! Pero, el de verdad.