Cuervos, de de John Connolly
Cuervos me ha descubierto a un autor al que no quiero tardar en volver y del que, afortunadamente, tengo mucho por leer. Un escritor que domina el género de la novela negra con una maestria asombrosa y ante el que quedo rendido.
Si sois fieles de la saga sabréis que Charlie perdió a su mujer y a su hija a manos de un asesino apodado “El Viajante”, y por tanto, la opinión que tiene sobre un asesino de niñas, por mucho que el asesino también fuera un niño cuando cometió el crimen, no es del todo buena. Si no lo sabíais el libro también lo cuenta.
La trama básicamente es esa, pero Connolly la cuece y la enriquece, ¡y de qué manera!, con bastantes personajes a lo largo de todo el libro: mafiosos y FBI, pero sobre todo con los mafiosos.
Es realmente interesante la visión de los hechos desde el punto de vista de los mafiosos. En un principio llegas a plantearte el porqué de la inclusión en la historia, confiando en que finalmente las subtramas confluyan o que de alguna manera lleven a alguna parte, ya que sólo ves a criminales intentando huir de otros criminales y ninguna relación con la niña desaparecida.
A todo esto conviene saber que el tiempo corre y según el protocolo para estos casos el secuestro de un menor debe considerarse homicidio tres horas después de denunciada su desaparición, lo cual va haciendo mella en los variados protagonistas de Cuervos. Pero… ¿estamos ante un secuestro?
Otro aspecto es el sobrenatural. Por lo visto debe de ser algo recurrente en la serie, y es que a Charlie se le aparece de vez en cuando su hija asesinada e incluso le deja mensajes en el vaho de las ventanas, o con las gotas de lluvia… Mensajes que no dan pistas sobre el sentido en el que debe llevar la investigación; son tan solo mensajes personales. La conjunción de novela negra con estos elementos fantasmagóricos no chirría nada. Es más: están encajados en la trama a la perfección y es otro elemento que me ha gustado, porque tampoco abusa de él. Podría pensarse en un primer momento que los fantasmas son metafóricos, pero no. Son fantasmas de verdad.
Como decía al principio, un libro que me ha sorprendido para bien. Personajes muy bien construidos todos, absolutamente todos; tramas solidérrimas, una narración agil, fácil de leer, y altísimamente adictiva…
Me ha sorprendido también el contraste con, por ejemplo, los libros de Mankell, en los que vemos cómo Wallander tiene su día a día, conocemos sus dolencias, cuando va a comprar al super, la relación con su exmujer y su hija… Aquí no. Charlie es poco menos que un lobo solitario. Es un tío duro, no duro en plan chupa de cuero, y muy listo. Con muchos recursos, muy al día de la tecnología, que echa de mano de gente que le debe favores, con “amigos” a los que poder ocurrir para que le ayuden a realizar ciertos trabajos…
Todo lo que Connolly nos cuenta está muy bien explicado y/o documentado de manera entretenida y sin pedanterías exasperantes ni aburridas. La presentación de los personajes, incluso de los más insignificantes, la música que suena en la cafetería a la que va a desayunar…Todos esos aspectos están precisados con detalles que van al grano, sin saturar, permitiendo que la lectura fluya rápida, a buen ritmo, manteniendo el interés y hace que te imagines la escena como si estuvieras viendo una película.
El final de Cuervos es totalmente inesperado porque todo lo que hemos leído hasta entonces… ¡Alto, alto! ¿Pero acaso os creéis que os voy a contar algo del final? Merece la pena que lo descubráis por vosotros mismos. Leed el libro, tanto si sois seguidores de la serie como si es vuestro primer Charlie Parker.
Por último, me gustaría agradecer a Tusquets el envío del cedé “Into the dark” que incluye algunas de las canciones que aparecen en varios de los libros de la serie Charlie Parker. Prometo que hubo momentos en los que lo escuché mientras leía “Cuervos” y la música se acoplaba perfectamente a la lectura.
@palati77