De cine y literatura 45

De cine y literatura 45: Alicia en el País de las Maravillas

Título: Alicia en el País de las Maravillas
Autor: Lewis Carroll
Editorial: Debolsillo
Páginas: 384
ISBN: 9788499084275

Película: Alicia en el País de las Maravillas (original: Alice in Wonderland)
Año: 2010
País: EE.UU
Reparto: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Crispin Glover, Matt Lucas (et. al)
Duración: 108 min

Se dice, en innumerables ocasiones, que los clásicos adaptados nunca son demasiado fieles al libro. Quizá por eso, las versiones cinematográficas de los libros suponen, lo que en lenguaje cinéfilo se llama un bluff en toda regla. Mucha expectación, muchos deseos de que salga bien, para al final encontrarte una visión descafeinada de lo que tú creías que iba a ser un cuento de hadas en toda regla. Y es que somos exigentes con aquellos libros que nos gustaron demasiado, y no es malo. Ser exigente con una adaptación es ser crítico, y a mí me gusta mucho serlo. Por eso, cuando a uno de mis directores favoritos, Tim Burton, se le ocurrió la genial idea de adaptar “Alicia en el País de las Maravillas” primero me puse contento, después sentí miedo, y una vez salido del cine me sentí… bueno, tenéis que leer lo que sigue para saber cómo me sentí.

No tiro por tierra la adaptación porque hay que reconocerle una cosa al director: sólo él es capaz de poner en imágenes ciertos aspectos sombríos del género humano. Eso sí, la historia, lo que encierra el libro de Lewis Carroll es mucho más que lo que se nos mostró. Y no sólo digo esto porque la película estuviera rodada con animación, que hasta en eso soy demasiado benevolente, pero con todo el jugo que podría habérsele sacado a esta historia, el conjunto me pareció más propio de un blockbuster para sacar las pelas al personal que se sentaba en la butaca, que un merecido homenaje a uno de esos libros que serán recordados mucho más allá de nuestra propia muerte (si no hablo de muerte, hablando de Tim Burton, me consideraría un sacrílego).

Hablemos de la película: interpretaciones, bueno sí, hay interpretaciones, dejémoslo ahí (no me convenció especialmente la Alicia, aunque Mia Wasikowska me parece una actriz grandiosa), Johnny Depp, a pesar de que es un actor que me llama la atención, no me pareció bueno en su personaje, y en general, por si no había quedado claro, no consiguieron meterme de lleno la historia como lo hace el autor del libro; la fotografía: sí, es espectacular, es un ejercicio de animación extraordinario (yo no la he visto en 3D, pero porque mi visión me lo impide, aunque algunos que sí la vieron me comentaron que no estaba muy bien hecho), pero quizá porque yo soy de esos de la vieja escuela, esperaba algo más artesanal, algo más de cartón piedra que de ordenador (y ojo, no soy quien para negar las virtudes de la animación, veo mucho cine de este estilo, pero en esta ocasión, no, no consiguieron convencerme), la banda sonora, como suele suceder en las películas de Tim Burton, sí, se salva, me gustó, me hizo emocionarme.

En resumen, y sin extenderme mucho más en reflexiones que no vienen al caso, ¿es una buena película? Lo es, si el único entusiasmo que te mueve a verla es pasar un buen rato, y después olvidarla. ¿es una mala película? No, siempre hay algo que se puede rescatar de las películas, pero no es una obra maestra como muchos esperábamos. ¿Cuál fue mi sensación al salir del cine? Que algo me faltaba, por eso visité por enésima vez mi ejemplar de “Alicia en el País de las Maravillas” y sí, efectivamente, faltaba algo: su misma esencia.

Trailer de la película: