De Cine y Literatura 57: Ángeles y Demonios
Autores: Dan Brown
Editorial: Booket
Páginas: 656
ISBN: 9788408099239
Película: Ángeles y Demonios (título original: Angels & Demons)
Año: 2009
País: EE.UU
Reparto: Tom Hanks, Ewan McGregor, Ayelet Zurer, Pierfrancesco Favino, Nikolaj Lie Kaas, David Pasquesi (et. al)
Duración: 138 min
Uno no aprende nunca. Ya lo dije con el especial dedicado a Dan Brown: no me gustó El Código Da Vinci y, si nos tuviéramos que poner demasiado evidentes en nuestros razonamientos, la siguiente novela que se publicó, Ángeles y Demonios, a pesar de esta un tanto mejor estructurada y organizada, tampoco tuvo en mí esa sensación de haber estado leyendo algo interesante. Supongo que el autor es uno de esos autores que, cuando pasan el tiempo, mejoran su estilo de novelas, prueba de ello es su último libro Inferno, que me resultó un agradable thriller y que tenía una argumentación bastante interesante.
Pero estoy aquí para hablar de la segunda película sobre el profesor Robert Langdon, un Tom Hanks que en realidad no se cree demasiado en donde está metido (salvo por la cantidad ingente de dinero que le pagarían, es de suponer) y una historia que, pese al buen juego que podría haber dado, se convierte por momentos en un sin sentido muy serio. Y que conste que, como digo al principio, uno no aprende, pero esta película me dispuse a verla por Ewan Mcgregor que suele ser de esos actores que me llaman siempre la atención en sus interpretaciones, pero en esta cae, cae demasiado y eso es imperdonable. Pero sí hay que reconocer que se nota que el presupuesto estaba mejor planteado, que la fotografía era bastante buena, y que la música de Hans Zimmer es una maravilla. Al menos, algo se hizo bien en todo este entramado de conspiraciones en el Vaticano.
Si uno entra al cine y espera encontrarse con una película que le deje sin habla, es muy difícil que vea colmada sus expectativas. Pasa entonces que con esta adaptación uno debe entrar en el cine sin ningún pensamiento de por medio: tú vas ahí a pasar un buen rato, tú lo sabes, la persona que tienes al lado también, y los de la sala entera también. No hay mayor error que creer que estás delante de una obra maestra. Entonces no disfrutarás. Esta película es, como suelo llamar yo a este tipo de cine, una película de domingo, con manta y sofá de por medio, que se deja ver, pero que no supone gran cosa, esto es, que no te hace pensar en absoluto. ¿Agradable? Bueno, puede serlo, no digo yo que no, pero siempre he pretendido que el cine me diga algo y, cuando no lo hace, ese cine para mí acaba cayendo en picado por la ranura de “películas que regalar a tu peor enemigo”.
Trailer de la película: