De Cine y Literatura 62: La vida de Adèle
Título: El azul es un color cálido
Autores: Julie Maroh
Editorial: Dibbuks
Páginas: 160
ISBN: 9788492902446
Película: La vida de Adèle (Título original: La vie d´Adèle Chapitre 1 & 2)
Año: 2013
País: Francia
Reparto: Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Salim Kechiouche, Mona Walravens, Jeremie Laheurte, Alma Jodorowsky (et. al)
Duración: 180 min
Son numerosas las razones por las que el público se acerca a las salas del cine para ver películas. Una de ellas, sin duda, es el reconocimiento en alguno de los festivales de cine más famosos de la industria. Quizá por eso, esta película, si no hubiera sido reconocida como mejor película en el festival de Cannes, hubiera pasado sin pena ni gloria por la taquilla de los cines españoles. Pero eso no ha sucedido, y yo me alegro, porque esta es una de esas películas que hay que ver, que hay que saborear y que hay que, como no podía ser de otra manera, sentir.
Aquel que no haya leído El azul es un color cálido no sabrá de lo que trata esta historia. La premisa básica es el despertar de una adolescente de quince años que descubre lo que significa realmente el amor cuando se cruza con un chica de cabellos azules. Desde ese momento, su mundo se verá cuestionado por las preguntas y por entender lo que le sucede.
Quizá uno de los principales fallos de la película sea el título. La vida de Adèle no se parece en nada a la novela gráfica sobre la que se basa. Pero eso no es sinónimo de ruptura, y sí de complemento. El espectador que se siente a ver esta película descubrirá dos cosas: que las adaptaciones son perfectamente libres y que el amor puede doler, a veces. Porque así está filmada esta película: con dureza, con potencia en sus imágenes sin escatimar en ser políticamente correctos a la hora de descubrirnos una sexualidad que debe vivirse en toda su plenitud. Y eso sorprende. Y sorprende por la mojigatería que inunda las películas hoy en día.
Pero si hay que destacar algo de la película es quizá sus dos protagonistas, en las que recaen todos los planos y sin las que no sería posible que haya salido a la luz este proyecto. Una Adèle Exarchopoulos desconocida para el gran público que se come la pantalla y que crea a la perfección a la protagonista: sus miradas de desconcierto, el miedo al amor, el placer del sexo, todo, sin excepción, se puede leer en sus ojos y en sus gestos. Y después está Léa Sydoux que supone la perfecta compañera en este proyecto y que abraza las escenas con su partenaire como si realmente estuviéramos asistiendo a una historia de amor real. Quizá sólo por ellas sea necesario ver esta película, aunque debería decir que incluso la forma de rodarla, los planos cortos acompañados de planos largos, son de visita obligada.
Antes de terminar, hagamos hincapié en una cosa. Aquellos que busquen la misma historia que la novela gráfica, quítense esa idea de la cabeza. Esto es una adaptación, no una copia plano a plano. Y sí, aunque suela decir lo contrario, es este un complemente perfecto para entender, de nuevo, una de las historias de amor más bonitas que he encontrado en lo que va de año.
Trailer de la película: