De Cine y Literatura 70: Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario
Título: Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario
Autor: C. S. Lewis
Editorial: Destino
Páginas: 240
ISBN: 9788408057031
Película: Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario (original: The Chronicles of Narnia: The Lion, The Witch and The Wardrobe)
Año: 2005
País: EE.UU.
Reparto: Georgie Henley, William Moseley, Skandar Keynes, Tilda Swinton, Rupert Everett, James McAvoy (et. al)
Duración: 140 min
Hay varias películas que, a lo largo de la historia del cine, se olvidan o permanecen en la memoria. Y es curioso como, por arte del azar, suele suceder que ese olvido o esa permanencia es casi un fenómeno global. Hace aproximadamente nueve años que esta película apareció en las pantallas y, aunque era una de esas sagas que se esperaba que recogieran el relevo de Harry Potter (malditas comparaciones) no pegó tan fuerte como debiera. ¿Las razones? Veamos si he acertado.
El principial problema de esta historia es que estaba recomendada para un público muy joven. La historia, que podría haber contribuido a elevar esta película en una de las más recordadas de la historia del cine, no acababa de despegar porque su historia parecía un cuento para niños. ¿Y eso es malo?, pensaréis. Pues en realidad no es que sea malo, y ni siquiera diría que la película fuera mala, porque al menos a mí me entretuvo todo lo que pudo. Pero, os hago una pregunta, ¿alguien recuerda algún fotograma de la película?
Soy una persona que suele recordar las películas que le han llamado la atención. En esta ocasión lo que más recuerdo es a Tilda Swinton como es Bruja perfecta, y alguna que otra escena que podría resaltar. Pero ya. Ni siquiera la música que es algo que siempre suele encantarme en este tipo de películas. ¿Es una fallida adaptación? Pues no y sí, porque a pesar de las licencias tomadas en la adaptación (no tiene que ser un calco claro), uno se pregunta dónde está la magia de esos libros que abrimos y que devoramos con voracidad.
Las adaptaciones suelen llevar aparejado el riesgo de no contentar a los fans incondicionales de la historia leída en papel. En este caso, sintiéndolo mucho, uno no ha estado contento. Porque salió de la sala pensando que algo faltaba, que salvo algunos pequeños momentos, había demasiado hueco, demasiada lentitud en las escenas, y poca credibilidad en las interpretaciones. Y eso que es Narnia y se presuponía un viaje alucinante.
Trailer de la película:
Qué grandes estos libros!!!! Me quedan pendientes de ver las películas pero… a veces después de un buen libro decepciona tanto una película….