Pero, ¿otra novela de vampiros? ¿Otra más? Pues no, cabronazos, no es otra novela de vampiros. Es otra BUENA novela de vampiros, que no es lo mismo, que ya hay pocas y es algo cada vez más difícil de conseguir en un género en el que todo parece ya trillado, regurgitado y defecado y eso sin hablar de esos otros productos, por llamarlos de alguna forma, en los que se trata a tan ilustre y longeva criatura como a un ser fosforescente románticoñoñesco y sensible solo apto para ser consumido por adolescentes mojabragas. ¡Ea!
He aquí un libro valiente, que respeta la figura del vampiro, que reelabora una mitología centenaria con elementos de cosecha propia pero que toma también prestados elementos de la mitología clásica y pura y los mezcla lo bastante (y lo suficiente) como para contentar con su resultado hasta al más reacio a los cambios en semejante icono de la literatura de terror.
Aunque lo cierto es que terror, terror, lo que se dice terror, pues no hay mucho. Y, a pesar de que en la segunda parte del libro hay algunas escenas muy salvajes (muy gores en realidad), es en la primera parte donde sobrevuela el terror. Un terror que no se ve pero se siente y mucho, como buen terror que es, y que esperas que en cualquier momento salte y te deje en el sitio.
De las ciudades vuestras tumbas (título que, aparte de ser cojonudo, está muy bien escogido –viene de una cita del filme Demons de Darío Agento: ”Nosotros haremos de los cementerios nuestras catedrales, y de las ciudades, vuestras tumbas”– y que cuenta con una portada enmarcable de Alejandro Colucci) nos narra en primera persona la vida de Jarek, un maquinista polaco. Jarek nació en un campo de concentración nazi y pudo escapar de él gracias a su hermano y a la fortuita e involuntaria ayuda del Antiguo, un monstruo, cuya silueta no se envolvía en la noche pues “era la noche”, sediento de sangre del que solo recuerda su sombra y unos ojos blancos y del que, a medida que pasan los años, no sabe si fue real o producto de su imaginación.
Por desgracia, a los dieciocho años Jarek tuvo la horrible confirmación de que aquello de lo que dudaba era cierto. Existía y a partir de entonces va a dedicar todos sus esfuerzos a encontrar a uno de esos seres, una hermosa vampira de la que acaba enamorándose como un idiota, a sabiendas de que si llega a encontrarla puede encontrar también su propio fin. Una vampira que a su vez huye de algo…
Contaría más. Podría llenar folios y folios sobre este libro, sobre la forma en la que Víctor Conde retrata la doble naturaleza (humana y bestial) del vampiro, sobre la evolución del personaje de Jarek, sobre lo bien que engancha al lector desde la primera página y lo bien que cabalga entre los siglos XX y XXI, de lo ágil del estilo narrativo, de las referencias populares y de… Pero sería cargarse las inteligentes y bien repartidas sorpresas que este libro depara al lector.
De las ciudades vuestras tumbas es un libro bien urdido, un libro que se lee con gusto y muchas ganas, y que consigue conjugar tradición y modernidad vampíricas, clasicismo e innovación y salir bien parado dando como resultado unos vampiros dignos de ser así llamados. Un libro en el que se nota que se ha invertido tiempo en documentación y que sabe meter de lleno al lector en situación. Un libro de los que merecen colocarse en la estantería junto con otros clásicos del género vampírico por méritos propios.
Ideal para todos los que añoren chupasangres como los de antes.