De qué hablo cuando hablo de correr, de Haruki Murakami
El running sigue estando de moda, y no hay más que salir a la calle a cualquier hora para comprobarlo. Y que un autor de la talla de Haruki Murakami hable de correr no significa que se haya subido al carro ahora que a todo el mundo le da por ello; sorprende descubrir que el autor nipón lleva contagiado por esta fiebre más de 30 años. Porque lejos de cumplir con la estética lúgubre, solitaria y cargada de vicios de muchos escritores, Murakami en De qué hablo cuando hablo de correr se presenta como una persona sencilla, con una rutina de trabajo y deporte muy estricta.
De primeras, una vez leído el libro, cuesta encuadrarle dentro de una temática en particular. Parece un simple ensayo sobre el deporte y la vida, incluso un libro de autoayuda para aquellos que quieran iniciarse en la materia. Para mí, hablar de correr es el tema transversal que permite a Murakami hacer una pequeña biografía centrada en sus inicios como escritor. Por eso es interesante descubrir que uno de los eternos candidatos al Nobel de Literatura regentaba un bar de jazz en Tokio hasta los 30 años, edad en la que decidió entregarse totalmente a su gran pasión, a literatura.
La forma de escribir de Murakami, tan fluida y aparentemente simple, hace que De qué hablo cuando hablo de correr se lea casi de una sentada. Para el autor, su vida de literato es indisociable a su vida de deportista. Durante años ha mantenido la sana costumbre de correr anualmente una maratón y un triatlón como mínimo, participando incluso en ultramaratones de cien kilómetros. Por lo tanto, la vida del Murakami escritor no se puede entender sin su faceta de deportista, al igual que sería improbable que el japonés saliera a correr si no tuviera varias rutinas cogidas gracias a su faceta literaria.
Pese a no ser un manual deportivo, el libro aporta muchos consejos a corredores, ya sean noveles o avanzados. Para mí, que llevo dos años anclado en el running amateur sin ningún tipo de avance, esta lectura sirve como estímulo; probablemente no correré ninguna maratón a corto y medio plazo, pero si servirá para hacer más deporte, tanto en calidad como en cantidad.
Tras el regusto amargo que me dejó la lectura de After Dark, me alegra haberme encontrado con un Murakami más auténtico, aunque no sea como novelista. De qué hablo cuando hablo de correr es una buena historia sobre libros y deporte; si te gusta alguna de las dos, te encantará el libro. Pero si quieres conocer a Haruki Murakami pero no comulgas con eso de calzarte las botas y salir a patear la ciudad, mejor coge alguna de sus novelas y disfruta de este gran autor.
César Malagón @malagonc