Desayuno con partículas, de Sonia Fernández-Vidal y Francesc Miralles
Decía Carl Sagan que “en algún sitio algo increíble espera ser descubierto”. Esta fascinante sensación de pasión y diversión es la que Francesc y yo queremos compartir contigo, invitándote a este particular desayuno… ¿aceptas nuestra propuesta?
Con esta agradable invitación, Sonia Fernández-Vidal me instaba a adentrarme en un mundo que ya conocía, aunque desde una perspectiva lejana, y que no es otro que el de la física cuántica. Quizá para aquellos que escuchen estas dos palabras por primera vez, piense que en su interior se encontrará con un texto denso, aburrido, y tedioso sobre lo que es la ciencia. Pero, si eso fuera así, quizá yo no estaría hablando con vosotros desde esta reseña. Lo que aquí os espera es un viaje muy importante, divertido y tremendamente ameno que nos hará descubrir un mundo diferente que se encuentra por detrás del que ya conocemos, y que aunque seamos novatos en la materia, disfrutaremos como si fuéramos niños pequeños con un caramelo a la puerta del colegio. El mundo de la física cuántica no había sido nunca tan estimulante e interesante como aquí aparece, y sólo por eso, os animo a abrir este libro, leer su primera página y que estéis preparados para entrar en un viaje sorprendente por un mundo que nos permanece muchas veces oculto entre palabras demasiado técnicas. Una experiencia única, ¿seguís conmigo este pequeño viaje? Pues comencemos.
Siempre se ha asumido que el mundo de la ciencia era un coto privado para algunos pocos profesionales del gremio. Tecnicismos, fórmulas matemáticas, estadísticas, ecuaciones, y un largo etcétera que hace que miremos con desgana materias que, a posteriori, podrían ser lo suficientemente interesantes para que aprendamos cosas nuevas. Por eso se agradece con verdadero entusiasmo lo que “Desayuno con partículas” proporciona al lector: un nuevo punto de vista lúdico sobre una de las disciplinas más desconocidas para el gran público, que nos anima a conocer los entresijos de aquello que habíamos observado siempre con recelo. Quizá sea por eso, y por mi naturaleza de curioso empedernido, por lo que siempre que algo nuevo aparece en el mundo editorial, tengo que hacerme con ello y leerlo con una voracidad inhumana.
Pero tengo que reconocer que este no es mi primer acercamiento al mundo de la física cuántica. Ya hace tiempo, conocí este apasionante mundo de la mano de un libro de la misma autora, que abrió mi mente a un universo tan fantástico, que me parecía asombroso que algo así pudiera existir. Ese libro fue “La puerta de los tres cerrojos”. En él, descubrí los primeros acordes de una melodía que, con esta nueva publicación, se ha convertido en toda una orquesta perfectamente dirigida por los dos autores que tiran los dados y nos enseñan el mundo tan lleno de posibilidades que se encuentra tras la ciencia. Será por aquí donde desfilen personajes tan conocidos como Eisntein, Galileo, experimentos como el del gato de Schrödinger, fotones, electrones, átomos y múltiples realidades, que han formado toda una historia científica y que contribuyeron a construir el mundo tal como hoy lo conocemos (o como deberíamos hacerlo). Quizá Frances Miralles y Sonia Fernández-Vidal sean maestros en la materia que nos proponen en este libro, pero de lo que estoy seguro es que, después de su lectura, también nosotros podremos considerarnos casi doctores en aquello que, tiempo antes, jamás hubiéramos pensado ni siquiera conocer. Y es que en esta vida hay que ser curiosos, hay que tener iniciativa por aprender cuestiones que se vivan a través de la literatura y que te descubran nueva información y un nuevo paisaje por el que perderse, descubriendo rincones que habían permanecido en la oscuridad más absoluta.
El mundo de la ciencia es como un pequeño laberinto por el que perdernos sin remedio si no tenemos un guía que conozca bien cuándo girar a la derecha o izquierda. Pero quizá sea eso lo importante en este caso: saber que, en todo momento, podrían existir las dos decisiones en dos planos diferentes de la realidad. Porque la física cuántica nos enseña muchas cosas, pero lo que nadie debería perderse es la oportunidad de entender que aquello que conocíamos, que aquellas percepciones que teníamos sobre lo que es nuestra realidad, pueden dar una vuelta de tuerca y crear universos paralelos que, en estos momentos, sólo podremos conocer de la mano de libros como el que aquí os presento. ¿Os seguís animando a viajar conmigo?
¡Hola, compañeros! Enlazamos la reseña en nuestra web:
http://www.letrasdeencuentro.es/detalles.php?resenia=772&fuente=Libros%20y%20literatura
Un saludo