Seguro que a todos vosotros, lectores, os suena la película de James Bond Desde Rusia con amor. La verdad es que yo nunca la he visto, pero el título es muy conocido.
¿Por qué empiezo así la reseña? Bueno, cuando Ana Elena Martínez, la autora del libro que hoy os traigo, contactó conmigo para hablarme de su obra, me vino a la mente la película del agente secreto. Y es que el título de esta novela es Desde Osaka con amor.
Osaka es una ciudad importante de Japón, famosa por su vida nocturna y por la comida callejera. Y si no llega a ser por esta autora, yo todavía seguiría sin saber nada de este sitio. Además, reconozco que me llamó la atención la originalidad de la historia, que se centra en Adriana, una joven española de veintisiete años que lo deja todo atrás para cumplir su sueño: viajar e instalarse en Japón, en concreto en Osaka. Así, su vida cambia por completo, pues se ve atrapada en un magnífico país donde todo es distinto a lo que había conocido hasta el momento. Pero lo que la vida le tiene preparado es algo mayor, más intenso, es un amor como nunca había sentido. Un amor profundo y auténtico por un joven coreano.
De esta forma, dos sociedades y culturas diferentes se funden en una. Occidente y Oriente se fusionan en los sentidos, en los sentimientos y en la pasión de estas dos almas que necesitaban encontrarse. Y aunque las cosas no van a resultar fáciles, Adriana estará dispuesta a luchar y a arriesgarse.
Como he dicho antes, una historia original, pues yo ya estaba un poco cansada de historias de amor en Nueva York, en París o en Roma. Por eso, al leer la sinopsis no le pude decir que no. Osaka me prometía algo distinto a lo que acostumbro a leer, algo lleno de aventuras y riesgos, de conocimientos nuevos, de experiencias, de miedos y adrenalina. Pero ante todo, una historia de amor única. Y lo mejor es que ha cumplido mis expectativas y he disfrutado mucho con este viaje.
Y es que este viaje a Japón se me ha incrustado en esa parte del cerebro donde están todos los recuerdos que me trae pensar en este país y su idioma: aquella compañera del instituto amante de la cultura japonesa que siempre se despedía diciendo Konnichiwa, aquellas series de anime que yo veía en mi niñez y adolescencia, o aquellos reportajes de españoles viajando hasta Japón y mostrando a la cámara la belleza de este lugar.
Asimismo, el hecho de que Ana Elena Martínez sea una amante de la cultura japonesa y que viviera un tiempo en Osaka, convierte a esta historia en algo muy real. Es evidente que esa experiencia fue esencial para que ella escribiese Desde Osaka con amor, historia que refleja sus conocimientos sobre Japón y Corea y los lugares que pudo contemplar.
Y lo más hermoso es que su prosa no tiene nada que envidiar a la de otros autores. Yo la he notado elegante, cuidada, relajante, con una gran sensibilidad, casi como una melodía ligera que pasa delante de nuestros ojos para acomodarse en nuestro corazón y vivir la historia de Adriana y su coreano con total intensidad, saboreando sus etapas, cada pensamiento y cada sensación a través de ese narrador en tercera persona que nos mete de lleno en esta relación, de forma directa y sin andarse por las ramas. Una relación aparentemente efímera, pero en la que saltan chispas desde el comienzo, para dejarle claro a Adriana que ha hecho bien al escapar de la rutina, que ha hecho bien en enamorarse de una cultura tan hermosa, que ha hecho bien en vivir la vida.
Eso es lo que nos transmite esta novela. Que no debemos tener miedo de huir de nuestra zona de confort para perseguir nuestros sueños, no debemos sentirnos mal con nosotros mismos por no hacer lo que se espera de nosotros, porque lo único que vale, lo único que importa es lo que realmente nos pida el corazón, a donde quiera llevarnos y con quien quiera que estemos. Solo debemos ser valientes, fuertes e independientes, o al menos intentarlo, y seguro que la vida nos sonreirá.
En conclusión, Desde Osaka con amor es una novela que no debéis perderos si siempre habéis soñado con otros lugares, otras culturas, con la libertad de ser uno mismo, con la riqueza que encontramos en las diferencias entre todos nosotros. Pero sobre todo si siempre habéis soñado con vuestra alma gemela, con encontrar el amor deseado y correspondido aunque sea en la otra punta del mundo, pues el amor no entiende de razas, conflictos, guerras ni culturas.
Gracias por la reseña. Me encanta viajar y descubrir nuevos lugares a través de los libros. Este, desde luego, entra desde ya en mi lista de futuras lecturas. ¡Abrazo fuerte y feliz verano! xx