Destroza este diario

Destroza este diario, de Keri Smith

La palabra “destrozar” tiene el siguiente significado: despedazar, destruir, hacer trozos algo. En nuestra cultura, esta palabra suele tener como compañía un sentimiento negativo, una sensación de estar haciendo algo malo, bien sea por motivos de venganza o de cualquier otro tipo. Pero como si fuera una moneda con dos caras, la destrucción, puede tener un efecto positivo. El arte trata sobre la inspiración, sobre tener la necesidad de plasmar una idea que tenemos en nuestra mente y ponerle colores, formas, figuras, para después crear nuestra obra. ¿Y si os dijera que se os permite destrozar, rasgar, quemar, lo que tenéis en vuestra mano gracias al arte? Lo que se ha venido en llamar “destrucción creativa” es un movimiento que permite crear algo nuevo gracias a la destrucción de lo anterior. Pero no es sólo un movimiento, puede ser un estilo de vida.

“Destroza este diario” nos ofrece la posibilidad de, mientras abrimos cualquiera de sus páginas, convertirnos en artistas, hacer despegar nuestra imaginación y trasladarlas al papel. Nos anima, con pequeñas instrucciones, a convertir lo que parece un simple diario en algo más, en mucho más. Porque lo que realmente se plasma en este diario no es otra cosa que lo que guardamos en el interior.

Si abres este diario, ya estás perdido. No sólo porque no podrás dejar de hacer lo que se te pide en él, sino que además, puedes disfrutar. Siempre se ha dicho que el arte es un bien que está destinado a unos pocos, que si no sigues unos determinados patrones, puede ser muy difícil que te conviertas en un artista de verdad (lo que eso quiera decir, claro). Pues bien, “Destroza este diario” supone una liberación, un suelte de amarras a los convencionalismos y un abrazo bien fuerte a tu propia imaginación. No conocía a Keri Smith, autora de un blog personal e ilustradora que, como si de una insurgente se tratara, siempre intenta darle una vuelta de tuerca a lo que hemos visto hasta ahora. Bien sea en un mismo día, o bien sea durante un tiempo indeterminado, con el libro que yo he tenido entre las manos, he podido deambular por las calles, he podido convertirme en un pequeño artista de mí mismo que, sin presiones, sin tiempos estipulados, creaba sus propias obras manteniendo una máxima siempre: puedes hacerlo como mejor te parezca. ¿Sencillo? Puede que sí, pero desde luego, en este mundo donde todo parece estar establecido, donde se nos dice a todas horas qué hacer y cómo hacerlo, supone un soplo de aire fresco propuestas editoriales como “Destroza este diario”. Porque en realidad esto no es sólo un diario, ya lo he dicho antes. De lo que se trata es de dibujar, de rasgar, de crear, lo que llevamos dentro, sin defensas, sin mecanismos que te hagan pensar “lo estoy haciendo mal, seguro que a alguien le disgusta lo que estoy haciendo”.

Si pretendiéramos desgranar las obras de arte que tenemos ante nuestros ojos, de seguro que les encontraríamos un significado. Un motivo para el que se inspiraron los grandes artistas. Yo os planteo una pregunta: ¿Cuáles son vuestros motivos? ¿Qué queréis plasmar dentro de este diario? Pensadlo y, una vez que lo tengáis claro, id a por ello. Coged las pinturas, los lápices, cualquier objeto que os sirva (incluidas vuestras manos) y sed artistas sin miedo, sin necesidad de aprobaciones, sin tener en cuenta a los demás.

Tú eres tu propio artista, y nadie debería decirte lo contrario.