“Tengo, y siempre he tenido, la impresión de que en realidad mi padre quería matarme, y que yo le seduje para impedir que lo hiciera. Recurrí a la sensualidad para seguir con vida. Salvé mi vida dándole placer sexual. Y él se hizo adicto a nuestras relaciones sexuales, y a mí me ocurrió lo mismo”.
Es jodido hablar de este libro. Es jodido recomendarlo también. El título ya deja bien claro lo que vamos a encontrarnos dentro, no es como uno de esos títulos ambiguos en los que el autor o la editorial se estrujan el magín hasta dar con uno que perfectamente puede intercambiarse por otro, como puede ser, por decir algo, La víspera de casi todo, A plena luz… No. Aquí no hay confusión posible: Diario de un incesto (aunque lo cierto es que no sigue la estructura lógica y cronológica de un diario sino que, más bien, parece algo que la autora nos cuenta con saltos atrás y adelante en el tiempo, como si ella estuviera tumbada en un diván y nosotros fuéramos su terapeuta) es una narración en primera persona de los abusos, maltratos y violaciones que la protagonista sufrió desde los tres hasta los veintiún años. Una narración que gracias a esa forma de diario consigue aportar el componente de confidencia y sinceridad y que en muchas ocasiones desgarra al lector por dentro. Una narración brutal, concisa y descarnada, con un lenguaje seco, y directo que llama al pan pan, al vino vino, a la polla polla y al coño coño, y da como resultado una mezcla extraña de erotismo-porno y literatura provocando como resultado un abanico de sentimientos tales como asombro, comprensión y asco.
Para muestra un botón, y es que podría plagar toda la reseña de putas citas, a cual más desconcertante, y aún me quedarían cientos. No hay página que tenga desperdicio:
“Mi padre es mi secreto. Sus violaciones son mi secreto. Pero el secreto que encierra ese secreto es que a veces me gustaba. A veces lo estaba deseando y a veces lo seducía para que me follara”.
Sin embargo no resulta nada fácil comprender a la protagonista. En varias ocasiones a lo largo del breve relato (128 páginas) manifiesta su odio, asco y ganas de matar a su padre o incluso dar de comer con su cuerpo a los perros, pero afirma que a la vez lo desea y disfruta siendo usada por él.
“Mi padre sigue excitándome y sigue dándome miedo. Cada vez que pienso en él me pongo a cien. Percibo en el coño una tensión, una sensibilidad constante, y a veces incluso unos dolores agudos. Noto el estómago tenso y siento crecer un agujero negro en él. “
Pero más doloroso aún que el hecho en sí del incesto es el silencio familiar. Una madre que no quiere saber nada del tema, un hermano que no puede afrontar la verdad, y una amiga que le dice que lo olvide. El no hablar y afrontar el tema, la incredulidad de los seres que te rodean dejan a nuestra anónima aún más herida y desprotegida, en completa soledad.
Por supuesto, cuando un libro de este tipo sale al mercado es inevitable que genere polémica y se creen dos bandos: el de aquellos que lo valoran por su valor testimonial, por hacer visible algo que es real y tabú y el de otros que solo reparan en los detalles más crudos y lo califican de pornográfico, gratuitamente morboso y repugnante.
En mi opinión, es un libro necesario y Malpaso ha sido muy valiente al editarlo en España.
Escrito con una prosa clara y cortante como un bisturí. Sin adornos ni recursos estilísticos que distraigan al lector de la gravedad de lo que se le cuenta, hay incluso quien lo califica de “extraordinariamente bello”.
En cualquier caso, Diario de un incesto es un libro sobre el horror, pulcra y hermosamente escrito, (eso no puede negarse), que te obliga a leer página tras página, no por morbosidad, sino por intentar comprender a la superviviente y al infierno mayor al que se enfrenta años después.
Para acabar me gustaría recordar que en España el incesto no es delito salvo que se produzca sin consentimiento de una de las partes o como producto del abuso de un menor. Ahí lo dejo…
Como decía al principio, un libro realmente jodido e imprescindible, pero no apto para cualquier tipo de lectores.
cuando vi el títulos pensé que seria un libro engañoso.
si te digo la verdad, tengo ganas de leerlo, no por morbo si no por curiosidad, de todas formas si es como lo imagino sera un ejemplar que pondré en el fondo de.la biblioteca
no es anonimo , su autora se llama anais nin