Diario de un Jubilado, de Miguel Delibes
Opinión: En esta ocasión, me permitirán que simplemente les recomiende tener siempre presente, y a mano, la magnífica literatura de D. Miguel Delibes.
Muchas veces me ha acompañado Delibes en mi vida; la última vez fue cuando se jubiló mi padre, él (mi padre) nos invitó a todos a una estupenda comida, y nosotros, entre otras muchas cosas, le regalamos “Diario de un jubilado”, y aproveché que era yo quien debía comprar el libro para leerlo previamente.
Mi padre, que se había pasado la vida trabajando y leyendo novelas de Marcial Lafuente Estefanía, ahora me llama de vez en cuando para recomendarme algunos de los libros de los que ya habrán leído alguna que otra reseña.
Y esto es lo que tiene, en general, leer a este autor, te educa en la lectura, porque su forma de escribir y de dar vida a los personajes de sus libros, hace que lo vivas intensamente, seguro de que uno de los personajes puedes ser tu mismo, e incluso convencido de que el libro podría haber sido escrito por quien lo tiene entre sus manos.
Este diario abarca poco más de un año de la vida de Lorenzo; sí, de aquél Lorenzo que ya nos presentara Delibes en sus anteriores diarios, y que todos recordamos como cazador y emigrante; este será, pues, el último diario que compartiremos con él.
“Diario de un jubilado”, como a mi padre, me ha resultado muy ameno, diría que divertido y lleno de una fina ironía comprensible para todo tipo de lectores. No diré que está bien escrito y que Delibes sabía adaptar como nadie el vocabulario justo a sus personajes, atento siempre al habla de la calle, porque ¿Quién soy yo para opinar sobre la grandeza de este autor?
Yo lo que quiero es ser algún día como Lorenzo, jubilarme con sesenta años, cobrar una buena indemnización, tener ganas e ilusión de “tirar pa lante” con mi pariente (que supongo que será el masculino de “parienta”), y olvidarme, aunque sólo sea un poco, de esos pequeños egoístas que son lo hijos. Pero de momento, y espero que por mucho tiempo, me sigue tocando el papel de pequeña egoísta, de quien siempre espera otro pequeño esfuerzo de sus padres, esos esfuerzos que nos hacen la vida más fácil.
Como Lorenzo en el fondo no puede sentirse un ser “no productivo” aceptará un curioso empleo, acompañar a un señor mayor, con muchos posibles pero poca movilidad, ¡Que poco digno encuentra esto el orgulloso de Lorenzo!, si, porque como vemos, son las formas lo que molestan a nuestro protagonista, que se le vea como sirviente, él, que ha sido el más hombre entre los hombres, él, que fue cazador y emigrante. De nuevo Delibes encuentra la forma de entrelazar y mostrarnos esas dos clases sociales tan marcadas en toda su extensa obra: Señoritos y sirvientes (ahora en versión moderna), y con ello puede profundizar en la vida, sentimientos y forma de expresión de unos y otros.
Yo lo que quiero es ser algún día como Lorenzo, jubilarme con sesenta años, cobrar una buena indemnización, tener ganas e ilusión de “tirar pa lante” con mi pariente (que supongo que será el masculino de “parienta”), y olvidarme, aunque sólo sea un poco, de esos pequeños egoístas que son lo hijos. Pero de momento, y espero que por mucho tiempo, me sigue tocando el papel de pequeña egoísta, de quien siempre espera otro pequeño esfuerzo de sus padres, esos esfuerzos que nos hacen la vida más fácil.
Como Lorenzo en el fondo no puede sentirse un ser “no productivo” aceptará un curioso empleo, acompañar a un señor mayor, con muchos posibles pero poca movilidad, ¡Que poco digno encuentra esto el orgulloso de Lorenzo!, si, porque como vemos, son las formas lo que molestan a nuestro protagonista, que se le vea como sirviente, él, que ha sido el más hombre entre los hombres, él, que fue cazador y emigrante. De nuevo Delibes encuentra la forma de entrelazar y mostrarnos esas dos clases sociales tan marcadas en toda su extensa obra: Señoritos y sirvientes (ahora en versión moderna), y con ello puede profundizar en la vida, sentimientos y forma de expresión de unos y otros.
Lorenzo, como tantos hombres mayores con algo de dinero, creerá que aun tiene el don de la conquista, y eso le hará sentirse de nuevo joven y vital, cree tener ante sus ojos la última oportunidad de seducir a una mujer, pero, como suele pasar casi siempre, tras este tipo de mujer, hay una trama en la que se verá implicado, y en la que estará a punto de perder todo aquello que tanto le ha costado tener y mantener a lo largo de su vida.
Esta obra, como tantas otras de Delibes, fue llevada al cine con el título “Una pareja perfecta.
En este libro, Delibes nos muestra que sabe ir al compás de esta sociedad, y ahora no hablo solo del vocabulario, hablo de que lo bien que sabe reflejar nuestras nuevas debilidades, el dinero, el juego, la televisión, una tendencia que nos aleja cada vez más de lo que un día fue importante para el hombre, la naturaleza, la vida y el amor.
Con esta reseña de “Diario de un jubilado” he querido hacer mi particular y sencillo homenaje a la vida y obra de un gran maestro, porque entiendo que, con su querido y particular personaje, ha reflejado, una vez más, la evolución no sólo del tiempo sino de su propia vida, llena de calidad, humanidad y sencillez.
Con esta reseña de “Diario de un jubilado” he querido hacer mi particular y sencillo homenaje a la vida y obra de un gran maestro, porque entiendo que, con su querido y particular personaje, ha reflejado, una vez más, la evolución no sólo del tiempo sino de su propia vida, llena de calidad, humanidad y sencillez.
Susana Hernández
He tenido que esperar a que muriese Delibes para que le leyera, supongo que rebeldías cristalizadas de la época de colegio.
Recientemente he leído ‘cartas de un sexagenario voluptuoso’ y me ha gustado mucho, aunque el pobre sexagenario no me fuera demasiado simpático, je je.
Ahora, estoy con el de ‘mujer de rojo con fondo gris’, y me está fascinando, temgo ganas de poder continuarlo.
Este que cuentas, sé que me va a fascianar también.
Si Iziar, suele pasar que leer por obligación no es la solución, menos en la adolescencia.
“Mujer de rojo sobre fondo gris”, es el próximo que leeremos en mi club de lectura, lo he elegido por ser un libro muy especial para el propio Delibes, y por la posibilidad de hablar también de su propia vida.
Si te animas a leer este diario seguro que también lo disfrutarás mucho.
Un abrazo!
Hola Susana,
Este, es uno de los pocos libros de Miguel Delibes que aún no he leido.
Me ha gustado tu reseña, en el sentido de que muestras la parte más humana del escritor, ya que de su alto nível literario no queda ya casi nada más que decir.
Gracias Coco!!!
Tal como digo en la reseña, poco o nada puedo yo añadir a su nivel literario, pero sí tenía ganas, precisamente a través de este libro, de hablar, en forma de homenaje, de este Hombre (en el más ámplio sentido de la palabra). Este es un libro en el que nos demuestra que, a pesar de ser ya un maestro de las letras, sigue viviendo a pie de calle.
Un abrazo!
Ignoraba la existencia de este libro, creo que a mi padre le gustaría, gracias porque sin su comentario no me habría enterado.
Sí, Sonja, creo que este libro es el gran desconocido. Le gustará a su padre, pero estoy segura de que también lo disfrutarás tu.
Gracias por el comentario y un abrazo!!
Hola Susana otra vez:
Esta pregunta que te voy a hacer nada tiene que ver ahora con el libro, es únicamente para preguntarte cómo se registra uno en este blog. Estoy buscando y no veo la opción, y veo que es la única forma para recibir en mi email las contestaciones a los comentarios.
Un saludo
Ay, que grande es Delibes, mi queridísimo Delibes.
Me ha encantado la entrada y eso que no he leído ese libro. Señora de Rojo sobre fondo gris es un libro precioso que seguro que en el club de lectura disfrutáis un montón.
Y no me pongo a hablar porque me lanzo. pero ya quisieran muchos que lo miraban por encima del hombro y lo consideraban “poco moderno” tener su sentido de la ironía y su capacidad para reflejar y analizar la sociedad y a las personas.
Hija mía, Iciar! Espero que te explicase en su día… Por Dios, no tengo perdón!
Supongo que sí.
Pues querida amiga, nada puedo añadir a lo que has dicho, quizá que la reunión del club de lectura fue un éxito total, muchísimo debate sobre el papel de su mujer en su vida…
Me encanta este hombre que se negó a tener que vivir en Madrid para ganar el Premio Nobel!!!
Un besico 😀 Y un placer verte por estos lares
¡SALUD SUSANA! Excelente tu comentario; tu condición de escritora, sin ninguna duda, te ayuda a entender con mayor profundidad el mundo, la naturaleza y la vida. Conocemos quién es Miguel Delibes. Comienzo a buscar tu poesía para saborear y paladear lsargamente como los buenos vinos, como lo decía mi maestro D. Dámaso Alonso.
Cordialmente,
F. Aguirre