Reseña del libro “Diccionario apasionado de la novela negra”, de Pierre Lemaitre
Sé que las redes sociales las carga el diablo, pero de vez en cuando se ven debates interesantes en ellas que hacen que conozca un poco mejor el mundo que me rodea. Estoy pensando en el debate que se abrió hace tan solo un par de días en el que se hablaba de si los escritores debíamos leer a otros autores o no. Bueno, el problema no estaba planteado así, sino que una autora decía que los escritores debíamos leer sí o sí y luego surgieron todo tipo de contestaciones que me hicieron ver, una vez más, que lo que yo considero una máxima no es compartido por varios de mis compañeros. En ese hilo se podían ver contestaciones del tipo «Yo no necesito leer», «Yo ya sé escribir», «Si leo a otros autores me contamino». Y este tipo de expresiones me las he encontrado en más de una ocasión a lo largo de mi carrera, y me temo que esta no va a ser la última.
Menos mal que justo en esos momentos yo estaba leyendo el libro del que vengo a hablaros hoy, porque me hizo seguir teniendo fe, me hizo ver que voy por el buen camino.
Se trata de Diccionario apasionado de la novela negra, cuyo autor es uno de los mejores escritores de novela negra que existe hoy en día: Pierre Lemaitre. Tan solo con leer un par de páginas ya me di cuenta de que si este hombre hubiera echado un vistazo al hilo que os comento, habría puesto los ojos en blanco sin poder evitarlo. Y es que él, al igual que muchos autores, considera que leer es aprender, y que ningún escritor puede ir a ninguna parte si no tiene un libro entre las manos.
Así, con esta premisa, nos regala un libro que habla de los pilares fundamentales de la novela negra, y lo mejor de todo es que lo hace tanto desde la perspectiva del autor como del lector. Para ello, sigue un exhaustivo orden alfabético en el que nos va hablando de diferentes conceptos con los que se ha encontrado en la novela negra. Así, nos explica conceptos evidentes como el ritmo o los descubrimientos, pero también nos menciona los oscuros secretos que tendremos que tener en cuenta si queremos ser escritores de este género que está tan de moda.
La verdad es que no sé cómo he llegado hasta aquí. La novela negra no es que sea mi género favorito —aunque de vez en en cuando me gusta acudir a él— y, desde luego, tampoco es lo que me apasiona como escritora, pero sí que me llama la atención y sí que pienso que hay que tener un ingenio especial para ser autor de novela negra y hacerlo bien. Son tantas las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de adentrarse en este género, que veo imposible poder hacerlo bien algún día. De hecho, tengo por ahí un proyecto que podría encajar con el género y al que me resulta dificilísimo acercarme porque siempre tengo la sensación de que la voy a fastidiar cuando me ponga a ello. Quizás es porque he leído a otros autores, quizás es por que sé lo fácil que es hacer las cosas mal en este género. Y, ay, amigos… En cualquier otro género tal vez sirva aquello de poner un parche, pero en la novela negra… ¡De eso nada!
Volviendo al libro que nos ocupa, lo que más me ha gustado de Diccionario apasionado de la novela negra es que, a pesar de ser un ensayo bastante extenso, es un libro que se lee bastante bien. Lemaitre, aunque a veces se pone un poco académico, hace que su relato sea interesante y entretenido. Y este quizás sea el punto de inflexión, porque es lo que conseguirá que no solamente los escritores disfruten del contenido sino que el resto de personas —lectores del género, eso sí— encuentren entretenido bucear por los pensamientos de este autor superventas.
Dicho esto, no quería terminar la reseña sin decir que me parece todo un lujo que podamos tener un libro así en nuestras manos. Agradezco muchísimo cuando los autores hacen un alto en el camino y escriben un ensayo hablando de sus trabajos y de sus conocimientos. Aunque no sea mi género ni mi autor predilecto, siempre tengo algo que aprender. Y lo que me ha quedado claro leyendo esta obra es que un escritor no puede ir a ninguna parte si no tiene los libros de otro en la base de su conocimiento. ¡Así que… a leer!