¿Os imagináis que Dios tuviera psicoanalista? A lo mejor nos iba un poquito mejor. Imaginaros que el tipo descarga todas sus frustraciones en un diván, ante un psicólogo perplejo que, por supuesto, es argentino. A lo mejor por aquí abajo nos iría mejor: no existiría el hambre, ni las guerras y nadie moriría en extrañas circunstancias. Puestos a imaginar, imaginemos que ese dios existe (ejem, ejem… habla mi vena agnóstica). El caso es que de ser, no debe ser fácil ser Dios. Al principio de los tiempos, Dios creó el mundo y al hombre, y aquí nos dejó, a ver cómo nos las apañábamos. Sinceramente, creo que si tuviera que ponernos nota suspenderíamos. Quitando dos o tres cositas, lo demás lo estamos haciendo bastante mal. Pero bueno, es lo que hay. Y ese “lo que hay” es precisamente lo que se esconde en las páginas de la primera novela gráfica de Tute.
Ya os he dicho que soy muy fan de la literatura argentina y el humor ácido forma parte de ella. Tute es, sin duda, uno de los mejores dibujantes argentinos actuales. Todos los días publica sus chistes en la última página del suplemento de Espectáculos del diario La Nación y los domingos en La Nación Revista. Ha publicado numerosos libros con sus tiras cómicas, entre ellos Tenemos que hablar, que ya reseñó mi compañero Víctor González en 2017. Dios, el Hombre, el Amor y dos o tres cosas más es su primera novela gráfica.
Como os decía un poquito más arriba, el hilo conductor de esta novela es Dios, el creador del hombre, el amor y esas dos tres cosas más que aparecen en el título de la novela. Un dios un poco ácido, como no podría ser de otra forma, que nos recrimina que aunque él creo todo esto porque estaba aburrido, podríamos haberle puesto un poco más de voluntad. Lo que os decía antes, vaya, que no aprobamos ni de coña. Y por aquí andamos, divagando por las páginas de este libro, a nuestro libre albedrío. Tute entrecruza las vidas de varias personas, sus amores, su filosofía, lo absurdo del vivir y todo esto, como no podría ser de otra forma, con mucho humor. Dice la ilustradora Alejandra Lunik en la contraportada del libro que lo que le gusta de Tute es que es un poeta y no puedo estar más de acuerdo con ella. Hacer humor no debe ser nada fácil, pero si encima le añades poesía la combinación es una maravilla y eso es precisamente algo que Tute sabe hacer muy bien.
Creo que para desquitarse un poco de tanta Semana Santa, Dios, el Hombre, el Amor y dos o tres cosas más es el libro perfecto. Puestos a venerar, yo venero siempre al humor por encima de cualquier Dios. Ups, creo que de esta sí que suspendo.