Reseña del libro “Donde el silencio se rompe”, de Susanna Herrero
Mitología griega y dragones. Como dijo Sara Montiel: “Pero, ¿qué invento es esto?”. Pues, ¡oye! Un invento bueno, pero que muy bueno. Eso es lo que os puedo decir así de primeras del libro que hoy os traigo: Donde el silencio se rompe, de Susanna Herrero.
Los que ya me conocéis un poco sabréis que adoro la fantasía y la mitología griega a partes iguales. Por eso, cuando me enteré de lo que trataba este libro, no pude resistirme a leerlo. ¡Y bien que hice! ¡Vaya viaje lleno de aventuras, acción, amor y grandes personajes!
Nuestra protagonista se llama Lovem Kennedy y es ni más ni menos que una semidiosa. Mitad humana y mitad diosa, Lovem debe enfrentarse constantemente a muchos monstruos. Sin embargo, todo cambia el día que es atacada por uno de ellos en el mundo de los humanos y sus poderes son anulados. Pero… algo que no puedo decir para no destriparos nada la salva y la lleva cerca de donde se encuentra Tristan Drake, nuestro otro protagonista, enemigo del Olimpo y que por su apellido ya supondréis qué clase de criatura es, ¿verdad?
En fin, que estos dos estaban destinados a encontrarse y saben que pertenecen a bandos distintos, pero lo que no saben es que juntos tendrán que reescribir la historia. Una historia, la suya propia, que les llevará a ellos mismos y a nosotros, los lectores, a vivir un sinfín de aventuras, tensión, pasión, viajes en el tiempo y plot twists de infarto.
¿Convencidos ya? Si aún no lo estáis os diré que el prólogo me resultó maravilloso, de esos que te hacen sentirte muy dentro de la historia y que te catapultan de golpe a un mundo tan similar al nuestro y tan diferente al mismo tiempo. A mí ese prólogo me recordó un poco a Terminator, qué queréis que os diga. Porque si me ofreces en bandeja un viaje en el tiempo con intenciones asesinas para matar al que va a ser el ser más poderoso del mundo, pues… sí, lo compro.
Y eso no es nada. Una vez que la historia comienza de verdad, es un no parar de acción trepidante, sucesos, criaturas, diálogos frescos e interesantes dentro de una trama tremendamente original, ágil y muy pero que muy adictiva. Una trama que se divide en cuatro partes, a cada cuál más mitológica, absorbente y asombrosa.
He de decir también que el ritmo es muy bueno, y aunque a veces la historia se estanca un poco, rápidamente vuelve a regalarnos un giro que evita el aburrimiento. Además, el elenco de personajes, tanto los principales como los secundarios, es de lujo. Es como si estuviéramos viendo una gran producción de Hollywood, de verdad. Todos aportan algo diferente y excitante a la historia. A unos los odiaréis y a otros los amaréis, eso es lo que a mí me ha pasado.
Por último, no puedo olvidarme de dos cosas. Por un lado, el mapa de los cinco reinos del Olimpo que encontramos al inicio es ideal, sencillo pero completo. Algo necesario para disfrutar de los lugares que nos ofrece esta historia. Y por otro lado, el magnífico glosario que hallamos al final del libro. De hecho, si no estáis muy puestos en mitología griega pero aun así la novela os llama por la mezcla de componentes, os recomiendo le echéis un vistazo al glosario antes de adentraros en la lectura y así podréis comprender el papel de cada personaje y conocer a fondo a los dioses griegos y a las criaturas mitológicas con las que os toparéis.
En resumen, si os gusta o tenéis interés por la mitología griega y también disfrutáis de una buena ración de fantasía, con su enemies to lovers, acción y aventuras a tope, dragones y viajes en el tiempo, no podéis dejar pasar este pedazo de primer volumen de bilogía titulado Donde el silencio se rompe. Mirad que me habían recomendado leer a Susanna Herrero y estuve a punto de hacerlo con su serie Cabana, pero al final no me terminé de animar. ¡Qué bien he hecho en darle una oportunidad con esta historia que reúne todo lo que a mí me gusta!
Esperemos que el segundo y último tomo no se haga de rogar porque si no todos los que nos hemos enganchado a Lovem y a Drake sí que vamos a romper el silencio y no nos callaremos hasta tener la continuación en nuestras manos.