Cada vez me gusta más la editorial Dos bigotes. Me encantó que publicasen la genial novela A Virginia le gustaba Vita. La disfruté mucho y fue una de mis mejores lecturas del pasado año. Así que ahora siempre estoy pendiente de sus nuevas publicaciones. Me parece que hacen una muy buena selección y que son atrevidos y valientes con lo que publican, algo que es muy necesario en este mundillo literario.
Cuando vi que publicaban El amante alemán me atrajo desde el primer momento. Debe ser el título y esa portada tan sugerente. Así pues, con tan buenos referentes y presagios me lancé a leerla.
El autor, Julián Martínez Gómez, nació en La Habana en 1985 (de mi edad, un dato que seguro os interesa mucho). Es autor de varios libros y también poeta. Y esto último se nota a leguas en esta novela, ese lado más lírico, más subjetivo y experimental se cuelan entre las líneas de este libro con total naturalidad. Me gustan los poetas que no pueden evitar ser poetas, no sé si me entendéis.
Ante todo, El amante alemán es un libro de amor, de eso no hay duda. Un amor coral, divido entre el tiempo y los amantes, entre lo oculto y la, ah bendita, libertad.
En 2014, Julio regresa a Cuba tras pasar cinco años fuera de su tierra. En el vuelo de vuelta a Madrid, conoce a un atractivo joven alemán llamado Sebastián. Y aquí comienza y renace todo, su historia y las historias que llevaban años escondidas. Otra historia de amor paralela, la de 1981 se entremezcla con la historia actual. Es entonces, en aquellos años ochenta, cuando Fernando viaja a Berlín desde La Habana y empieza a anotar en su diario amarillo todo lo que acontece. Un diario que más tarde encontrará Julio y que mucho más tarde, podrá leer también Sebastián.
Un poco antes de que eso ocurra, en 1989, un avión que viaja hacia Alemania se estrella cerca del aeropuerto de La Habana. No hay supervivientes, pero este trágico accidente influirá en las dos historias de amor de una manera profunda e inevitable.
¿Creéis en el destino? ¿Pensáis que todo está escrito y que nuestro camino está ya inevitablemente marcado?, ¿creéis que estamos predestinados a vivir la vida que llevamos, las cosas que nos suceden? Yo no sabría responderos. Por una parte me niego a creer en él, pero por otra, más de una vez me he sorprendido con las coincidencias y casualidades que me han ocurrido. Así que, bueno, siempre dejo esa puerta abierta por si acaso, ya sabéis.
En cualquier caso, El amante alemán es una novela llena de casualidades y de un destino, que de existir, se atreve a jugar con los personajes y a entrar en sus vidas sin explicaciones, pero con muchos motivos.
Una novela muy sensual, repleta de verdad y, sobre todo, de amor. Un amor dulce, un amor loco, un amor imposible y un amor que se sostiene más allá del tiempo y que encuentra su eco en el presente.
A mí no me gustó. Es una historia predecible, levemente sólida en su trama pero con muchos vacíos argumentales. El manejo del idioma es bastante precario y se utilizan recursos innecesarios para el desarrollo o que hacen veces de relleno. Al terminar el libro me dió la sensación de que seguía sin conocer a los protagonistas, pues se desarrollan muy superficialmente, por lo que no logro empatizar con ellos. El título y la portada me atrajeron desde el comienzo, pero no quedé satisfecho. De cinco estrellas le daría dos.