Morir no es lo peor que le puede pasar a una persona. En ocasiones, por duro que sea, es lo mejor. Si no hay vuelta atrás, si se sufre un infierno de dolor, morir es una liberación. Y muchas veces, sino siempre, lo pasan peor los que se quedan cuando esa persona se va. Son ellos los que van a continuar sufriendo, de otra forma, pero sufriendo en definitiva.
Aunque peor aún es morir más de una vez. Y no hablo de vampiros precisamente. Dice Ramón Gener:
“Mi padre murió dos veces. La primera, una mañana soleada en la que el Alzheimer nubló su mente y me olvidó. La segunda, tres días antes de Navidad, cuando, convertido en el Bolero de Ravel, dejó de respirar”.
Y aún podría morir una tercera vez. Cuando ya ni los hijos de sus hijos se acuerden de él.
Un año después de la segunda muerte, la física, Ramón seguía sin entender su ausencia. La vida seguía, pero él estaba perdido. Consultó libros médicos, de psiquiatras, de voluntarios en cuidados paliativos, libros que explicaban las fases del duelo, qué hacer y cómo reaccionar, pero ninguno conseguía aclararle nada. No fue hasta que ante él aparecieron Cloto, Láquesis y Átropos, las tres hermanas Moiras que tejen el destino de cada ser humano, cuando comenzó a entender y a sobrellevar el duelo.
A Ramón Gener (barítono, pianista, escritor y divulgador musical, ahí es nada…) lo encontré por casualidad un día en la tele haciendo zapping. En el programa This is Opera. Me gusta la música clásica. De pequeño la oía más que ahora y era capaz de identificar autores y títulos de obras. No la he dejado de lado, de vez en cuando me gusta ponerme algo de Beethoven o Satie o un mix con un totum revolutum e incluso a veces investigar por la red para descubrir algo que me guste o escuchar programas de radio dedicados a esta música. Por desgracia, la ópera no es lo mío. Confieso que, salvo las partes conocidas, me aburre. Pero el espacio que tenía Gener para hablar de ella, era muy entretenido. Daba igual que la ópera te gustara o no. Daba gusto oír sus explicaciones y la pasión con la que vivía la música. Tenías que quedarte y ver el programa entero. Era como uno de esos profesores con los que aprendías la lección sin esfuerzo, sin querer siquiera poner de tu parte. Se notaba que le gustaba aquello de lo que hablaba y que lo vivía con auténtica pasión.
Eso fue lo que me hizo fijarme en este libro. Si alguien que explica las cosas, (de algo que no te llama mucho), de forma tan elocuente, escribe un libro, quiero ver cómo es. Eso y saber que vamos a tener encuentros con Verdi, Brahms, Wagner, Joaquín Rodrigo…
En El amor te hará inmortal, Gener viajará en el tiempo y espacio, gracias a las Moiras, y visitará a músicos a los que admira y que están en una situación idéntica a la suya: la pérdida de alguien a quienes amaban. Pero no los visita como músicos, (que también, que ese es uno de los atractivos, sin duda, del libro), sino como lo que hay tras esa faceta artística: personas. Personas aisladas de la vida. Golpeadas y sin esperanza.
“¿Acaso es posible no quedarse aislado por un tiempo después de la muerte de un ser querido? Antes estabas con alguien y después ya no. Antes pensabas por dos, por tres o por cuatro y después ya no. Después solo piensas para uno. O mejor dicho, después ya ni siquiera piensas. Después todo es distinto. Comes solo. Te sientes solo”.
Así, nos encontraremos con Verdi, María Callas, Toscanini, Farinelli, Brahms, María Malibrán, Berlioz, Joaquín Rodrigo, Wagner, Puccini… y Gener tendrá la astucia para, además, emparejar cada uno de estos genios con personajes mitológicos. Y todo esto, con el fin de encontrar ese puente que le saque de ese aislamiento y le devuelva a la vida.
El amor te hará inmortal es un libro lleno de anécdotas de músicos pero sobre todo de emociones y sentimientos con el nexo común de haber sido desencadenados por la muerte. Es el deseo de salir de un pozo que tarde o temprano y en varias ocasiones, nos alcanza a todos.
“El hilo de la vida sigue y, con el tiempo, siempre pasa algo o alguien viene a rescatarnos. Siempre aparece un puente para conectarnos de nuevo al mundo –concluyó Láquesis, muy segura de sí misma”.
Un libro que ya sabía que iba a gustarme, pero que me ha sorprendido gustándome más de lo esperado y que me va a llevar a descubrir otras lecturas (ya ando en busca y captura del primer libro de Gener) y otras músicas.