El Árbol Generoso y La Invisible Brisa, de Pedro López de la Osa
Aunque leído y ojeado, nunca antes había tenido la oportunidad de reseñar un libro infantil. Y claro, esto es distinto.
Aquí no hay gran prosa, pero debe haber párrafos bien redactados. Aquí no hay una trama enrevesada, pero cada página debe llevarte suavemente al conocimiento o la moraleja. Y claro, la edición debe ser atractiva, brillante y siempre joven. Un gran reto, sin duda, y los cuentos que hoy reseñamos lo cumplen con creces.
Tanto El Árbol Generoso como La Invisible Brisa se presentan con una cuidadísima encuadernación, y en ambos destaca la calidad y modernidad de sus dibujos, a cargo de Xavier Salomó. Pasar cada una de sus ilustraciones es una recreación para la vista, y un recorrido sin palabras por el cuento. Sin duda es de lo mejor de ambos libros.
Respecto a la historia, creo que irá sobre gustos. A mí personalmente me conmovió especialmente el relato de El Árbol Generoso. Se trata de la historia de un árbol centenario, bajo cuya sombra juegan los niños, se cobija el viajero y vive un peculiar pajarito. Con el paso del tiempo, el pueblo se va olvidando de él; ya no usan su leña, ni charlan a su sombra, y el árbol se empieza a sentir triste y cansado, y poco a poco va marchitando. Los niños, al darse cuenta, deciden intervenir y devolverle al árbol la alegría que éste les regaló desinteresadamente años atrás… Y hasta ahí puedo leer.
Se trata de un precioso homenaje a la Naturaleza, a lo que nos da y lo que le damos a cambio. Un canto a la solidaridad, al trabajo en equipo y a la alegría de vivir. Totalmente recomendable.
Y respecto a La Invisible Brisa, cuenta la historia de un pequeño bosque en el que llega el verano y los animales caen rendidos con su calor. Dispuestos a resolver a esta acalorada situación, se reúnen y deciden buscar y a avisar al Viento, para que con su fuerza aplaque el calor. Así, comienza su periplo por el Viento del Norte, del Sur, del Este y del Oeste, cada uno con su peculiaridad (el uno muy frío, el otro muy ventoso…), pero ninguno resuelve el problema que tienen en el bosque. Hasta que al fin encuentran la solución… Y de nuevo, hasta aquí puedo leer…
Un precioso trabajo, este de concebir cuentos infantiles.
Francisco Sánchez Cid (francisco@librosyliteratura.es)