Creo que solo con decir Phaidon ya sería argumento suficiente para comprar un libro. ¿Por qué? Porque huelen de maravilla, porque cuidan todos los detalles, porque la calidad dista mucho de esos libros (¡cada vez más!) que amarillean al mes de colocarlos en tu estantería; porque, al fin y al cabo, hacen que aparte de un libro lo que guardes contigo durante tantos años sea también un bonito objeto. Pero claro, todavía hay más, y es lo que pasa por ejemplo con este El arte de la lectura. Si estás de acuerdo con todo lo que he dicho hasta ahora, con esas cosas que a los amantes de los libros nos alegran o nos aportan esa dosis extra de convencimiento para la compra, entonces estoy casi a punto de obligarte a comprar este libro.
Y digo casi porque hay una cosa que me gustaría aclarar o mejor dicho que me aclarasen, y es el hecho de que siendo Phaidon y sabiendo cómo hacen los libros y el recorrido que tienen, la cubierta de este sea extrañamente imperfecta. Y digo imperfecta porque la imagen de cubierta es una pegatina de papel sobre el cartón y la impresión del título contrasta mucho con la gran calidad que emana el libro de su interior. Algo raro que por suerte se compensa con creces solo con el hecho de abrir el libro.
El arte de la lectura: libros y lectores en el arte de Pompeya a nuestros días es un compendio que pesa y ocupa de cerca de 300 obras que a lo largo de más de 2.000 años han rendido homenaje al libro. Básicamente es algo así como dar las gracias a los libros con un libro. Y qué mejor para ello que con toda una consecución de imágenes entre las que se incluyen pinturas, esculturas, exposiciones, fotografías, acciones, etc. Hay de todo, desde una clásica escultura del siglo II de un niño con un libro en la mano hasta el surrealista Libro transformándose en una mujer desnuda de Dalí. Libros solos, en conjunto, libros con personas, personas con libros, libros abiertos y cerrados, enteros o rotos o quemados, pero LIBROS. Nos olvidamos por un rato del yo para dárselo todo al libro.
Mezcladas las imágenes con citas célebres en torno a la figura del libro y un prólogo del autor donde busca explicar de forma breve y rápida la evolución a lo largo de la historia del libro, este El arte de la lectura es el regalo perfecto para aquella persona que conozcas que esté loca por los libros. Aunque seas tú. Quien sabe, quizá este sea el primer libro de esa biblioteca que siempre has querido montar en tu casa y es que, como dice Archibald Macleish por algún rincón del libro: «Lo más importante de una biblioteca, más que todo lo demás, es el hecho de que exista». Y este libro, más que todo lo demás, es ya de por sí una biblioteca. Larga vida a los libros. Larga vida a la lectura.