Reseña del libro “El cambio”, de Iván Mata
El cambio climático no es cosa del futuro. Es una realidad que lleva décadas haciendo mella en los seres vivos que habitan la Tierra. Tampoco es natural en el sentido de que los humanos han agilizado tanto el proceso que pueden ver en vida el resultado de sus acciones. Otro asunto es que sean conscientes de ello. Dentro de este marco, Nuevo Nueve Editores presenta el título de El cambio, en el que su autor, Iván Mata, explica e ilustra a los más pequeños cómo hemos llegado hasta este punto; y mostrando que tras el mea culpa existe un rayo de esperanza donde los niños tienen mucho que aportar.
Me bastó un primer vistazo a la cubierta para estar segura del tema que iba a tratar. El oso polar se ha convertido en todo un icono del impacto medioambiental. Aunque fallé al identificar al oso adulto como hembra, ya que solo estas cuidan a las crías. En este caso prima más lo artístico, porque que los personajes sean adecuados no siempre garantiza que el mensaje se comprenda. Por eso y porque la historia no podía ser alegre si reflejaba la actualidad, antes de leer siquiera la primera página, activé todos los sentidos de madre detective que investiga un libro antes de dejárselo explorar a su prole. Y ya os adelanto que no hay problema.
En El cambio un oso polar se encuentra cazando junto a su cría cuando la pasarela de hielo que conecta con tierra firme se derrite dejándolos a la deriva. El pequeño oso se asusta y pregunta a su padre qué está ocurriendo. ¿Tendrá solución? Todo ello enmarcado por un fondo naranja y un sol enorme que se refleja en el pelaje de los animales. Es curioso, porque estamos acostumbrados a ver esa estampa con cielos azules despejados. El hecho de que predominen los colores cálidos en el Polo Norte, sumado al mate de las hojas, me produce la sensación de que el libro pesa más. Como una abrasadora tarde de agosto bajo la sombrilla esperando a hacer la digestión para poder meterme en la piscina. Y eso que a pesar de la tapa dura el libro es ligero. Además, en esta historia predomina la ilustración frente a la letra (minúscula no ligada), de modo que hay páginas que no contienen frases. Esto crea un efecto de paso del tiempo, como si padre e hijo llevasen horas flotando en su pequeña balsa. Aquí veo una gran ventaja, y es que el lector iniciado tendrá a su vez la sensación de que lee más rápido al pasar estas hojas a mayor velocidad, con la consiguiente satisfacción.
Las escenas de los dos osos se intercalan con imágenes más oscuras, y más letra, en las que lo equivalente a la voz en off de los documentales explica la contaminación de la industria, del transporte y las ciudades bajo la atenta mirada de las siluetas de un niño y una niña. Sin olvidar mencionar la tala de bosques como el Amazonas o, para mi sorpresa, haciendo un inciso sobre el consumo de carne y la ganadería industrial —«vacamundi» incluida—. Un detalle que suele dejarse más de lado al hablar del cambio climático, aun teniendo tanta importancia. De nuevo, como en un buen tándem entre el autor, Iván Mata, y el formato, se percibe la asfixia de la Tierra en las ilustraciones.
Pero como dicen, no hay luz sin oscuridad, y El cambio hace referencia a esa luz porque el final es la esperanza de que todo puede hacerse mejor. Aquí los niños toman protagonismo y, gracias a sus acciones al más puro estilo «piensa globalmente, actúa localmente», habrá lugar para un final utópico.
Durante su lectura en ningún momento tuve la sensación de quedarme con un regusto amargo. Más bien al contrario. Porque no, no es una historia alegre. En la estantería destaca como el negativo de una fotografía, entre tanto brillo, texturas y purpurina. Y me gusta. Creo que es una buena oportunidad para concienciar a los niños sobre un tema tan complejo como el cambio climático. No todo va a ser leer entre lluvias de confeti. Como madre —y muchos padres estarán de acuerdo en esto— a veces me resulta difícil explicar temas delicados o polémicos y libros como este de El cambio son la muleta perfecta. Te da las frases cuando no sabes bien por dónde empezar. Abordada desde la esperanza es una historia para leer muchas veces. Y a cada lectura surgirán preguntas nuevas que darán pie a explicar más a fondo los detalles. Así que, además de imágenes entrañables de una relación padre e hijo, estamos ante un libro que ayuda a educar. ¿Qué más se puede pedir? Más libros como este.