El camino al lago Desierto, de Franz Kain
Dicen que las grandes cosas de la vida siempre vienen en frascos pequeños. En la literatura no me lo creí hasta que conocí las novelas de Stefan Zweig, o las colecciones de cuentos de Roberto Bolaño. Y es que, ignorante de mí, siempre pensé que en 50-60 páginas es imposible hacer florecer las sensaciones y sentimientos que te regala una buena novela. Craso error, y con Franz Kain y “El camino al lago Desierto” se vuelve a ir al traste mi antigua teoría.
Es “El camino al lago Desierto” un relato sobre Ernst Kaltenbrunner, un alto mando de las SS en la II Guerra Mundial, y su huída a los Alpes austriacos poco antes de finalizar el conflicto. Con el Tercer Reich cercano a una clara derrota, muchos de sus gerifaltes optaron por “tomar las de Villadiego”, internándose en la región del Salzkammergut buscando librarse de una más que probable condena.
Franz Kain (1922-1997) fue militante de izquierdas, lo que le supuso varios arrestos en su juventud, teniendo también problemas para desarrollar su carrera literaria en su propio país, debido a su afiliación al Partido Comunista durante la Guerra Fría. En “El camino al lago Desierto”, incluido dentro de su recopilatorio de cuentos publicado en 1974, encontramos 60 páginas de una belleza sublime, con una prosa cargada de simbolismo. Son sólo cuatro personajes, Kaltenbrunner, dos de sus secuaces anónimos y un montañero que les sirve de guía, pero sostienen casi por entero el relato.
Capítulos cortos narran el viaje de Kaltenbrunner por la región alpina, repasando su pasado, presente y futuro. Mediante la información aparecida en los Juicios de Nuremberg, Franz Kain intenta hacer un relato lo más cercano a la realidad de la huída del militante nazi. En su camino, el que fuera director del Departamento Central de Seguridad del Reich hace un repaso de los acontecimientos más importantes de su carrera, haciendo incluso dudar en varias ocasiones al lector y reclamando para sí una supuesta inocencia, eximiéndose de la culpa en varios sucesos, como los acaecidos en el Campo de concentración de Mauthausen.
Dejando al lector que saque sus propias conclusiones, el autor se limita a adornar la historia, transformando el relato de un criminal de guerra (mano derecha de Himmler) en un toda una obra de arte; un relato de los que difícilmente te olvidas con los años. Franz Kain condensa en “El camino al lago Desierto” toda la problemática del Tercer Reich de Adolf Hitler, reflexionando sobre una de las etapas más negras de la Historia sin caer por ello en el sensacionalismo. Para completar el libro, la editorial Periférica añade al final un ensayo del catedrático Sigurd Paul Scheichl, sobre los aspectos formales y políticos del relato.
Poco más podría contaros del libro; creo que no me equivoco si os recomiendo firmemente que leáis y descubráis a Franz Kain y “El camino al lago Desierto”, un relato fiel que describe cómo fue el fin del Nazismo.