En El circo de la noche, Erin Morgenstern nos llevará de la mano del Cirque des Rêves por gran parte de la geografía estadounidense y a otras tantas ciudades europeas. En el mundo imaginario que crea la autora, el circo tiene vida propia y capta la atención del lector desde el primer minuto. Asimismo, Mongenstern nos mostrará un mundo mágico y atmosférico sobre un circo muy especial y los habitantes que lo rodean, ambientando la historia entre los últimos años del siglo XIX a los primeros de principios del siglo pasado.
Tenía esta novela marcada como pendiente desde 2017. Por aquel momento vi en varias cuentas de Instagram lo mucho que se recomendaba este libro y con la atractiva nueva reedición de la editorial Umbriel Editores me volvió a picar la curiosidad. Así pues, en El circo de la noche se narra la historia del Cirque des Rêves, el cual es bastante peculiar: éste siempre llega sin previo aviso y actúa solamente durante la noche hasta el amanecer. Asimismo, la premisa con la cual arranca la novela es la siguiente: será en el circo donde se desarrollará un feroz desafío entre Celia Bowen, una de las mejores ilusionistas de su tiempo y Marco Alistair, un mago que se dedica a estudiar los hechizos con tesón y que trabaja a cargo del dueño del circo y que se hallan unidos desde la infancia por un vínculo irrompible: ambos están destinados a ser oponentes en un juego del cual poco saben, pero pronto descubrirán que no podrán deshacer tal vínculo sin que esto acarree peligrosas consecuencias. Celia y Marco desearán no hallarse en esa situación, especialmente cuando ambos personajes acaben por enamorarse. Si bien debo decir que hay algunos elementos de esta novela que no me han acabado de convencer, me gustaría centrarme en sus puntos fuertes, ya que considero que tiene varios y que son de gran valor. En primer lugar, es una novela con una ambientación increíblemente bien lograda, muy atmosférica. La autora consigue transportarte al circo y por un momento, sientes que perfectamente te encuentras allí mismo, así que de algún modo, consigue atraparte. Esto se debe a que las descripciones son muy bellas y muy detalladas, lo cual me lleva al siguiente punto positivo de la novela: la prosa de la autora. Morgenstern narra los hechos pausadamente y de forma muy elegante, desvelando los secretos circenses muy lentamente y a medida que el lector se adentra en la historia. Por otro lado, el hecho de que los capítulos sean de corta extensión ameniza mucho la lectura. El tercer punto que me gustaría destacar es el hecho que (para aquellas personas que probablemente se lo estén preguntando) el circo que nos presenta la autora no contiene escenas con animales, ya que es un circo que se centra en la magia y su funcionamiento, además del origen de la creación del propio circo, donde la autora narra los espectáculos de artistas tales como contorsionistas, acróbatas o ilusionistas.
En resumen, recomendaría El circo de la noche de Erin Morgenstern a aquellas personas amantes de la fantasía, pero que también tengan interés en una ambientación de tipo histórica y sobretodo, a aquellos lectores que les gusten las historias que se cuecen a fuego lento y que van desvelando poco a poco la magia que encierran.