El círculo de la motivación

El círculo de la motivación, de Valentín Fuster

¿Qué es la motivación? ¿Te has preguntado alguna vez por qué no llegas a la meta a pesar de caminar y caminar? Puede que tu objetivo esté claro, pero lo que te falte en el interior sea una energía, una fuerza que te haga alcanzar esa cumbre. Todos hemos oído alguna vez que quien algo quiere, algo le cuesta y mientras vamos recorriendo nuestra vida, nos vamos enfrentando a retos que ponen en evidencia que para conseguir lo que queremos debemos pelearlo. Es por ello que “El círculo de la motivación” no sólo es un mapa certero sobre cómo llegar, paso a paso, a aquello que queremos conseguir, sino una imagen de todos aquellos que lo consiguieron aun a pesar de las dificultades, un cuadro de aquellas vidas que se vieron truncadas y que después volvieron a renacer gracias a esa energía de la que os hablaba al principio, y que no es otra que una sensación que todos llevamos en nuestro interior, aunque en algunos momentos permanezca demasiado escondida: la motivación por llegar, por alcanzar, por ser mejores, por querer crecer y, por encima de todo, ser felices.

Valentín Fuster  habla claramente al lector sobre él mismo, sobre su método, sobre cómo ha conseguido aquello que se ha propuesto a través de un círculo, de un programa sencillo, sin ninguna complicación ni base científica, pero que tantas alegrías le ha reportado. A su dilatada carrera como médico, hay que sumarle en esta ocasión el acierto de presentarse como un guía, una luz que alumbra ciertos caminos sombríos que, en algunos momentos, el ser humano se encuentra a lo largo de un camino que todos conocemos como vida. Pero, ¿cuál es ese método? La foto que acompaña a esta reseña habla claramente de las cuatro coordenadas por las que transcurre el devenir de una persona a la hora de trazar una ruta para alcanzar sus objetivos. Frustración, Motivación, Satisfacción, Pasividad. Todos aquellos que nos hemos visto inmersos en la vida cotidiana, en los quehaceres de nuestro día a día, pasaremos por estos estados que nos muestra “El círculo de la motivación” en la carrera por nuestros sueños. No creo necesario extenderme demasiado en las explicaciones, habida cuenta que si destripara cuáles son las claves que nos propone el autor, no tendría mucho sentido que leyerais el libro. Lo más importante, las palabras más importantes que he podido encontrarme desde hace mucho tiempo son las que nos regala él en este libro, en un diálogo con el lector para que creamos en nuestros sueños, en la forma en la que podremos conseguirlos, en trabajar para lograr y no desfallecer. Porque aunque la vida te ponga trabas, lo más importante es seguir adelante.

Pero como estas cosas son mejores si hay una explicación práctica, empezaré con la mía propia. Todo aquel que me conoce, sabe que mi afición por escribir me ha llevado al comienzo de una novela. No es un proyecto fácil, pero no por ello he querido rendirme. Al principio, como bien explica Valentín Fuster la frustración ante el papel en blanco, ante el panorama actual en la edición de nuevas historias, pesó como una losa. Pero no me desanimé, porque yo creía en lo que quería conseguir. Así fue como las palabras empezaron a volar de mi cabeza al papel y la motivación de seguir con la historia se fue haciendo más grande hasta que, terminados algunos capítulos, la satisfacción de haberme visto capaz me hizo la persona más grande que jamás había conocido. Pero después la pasividad hizo acto de presencia, en un corto período, porque la historia ya estaba prácticamente terminada y un pequeño dolor por la “pérdida” me escocía. Pero como se describe en “El círculo de la motivación” la rueda siguió girando hasta ponerme en el punto de inicio y llegando a poner un punto y final a una historia de la que estoy orgulloso. ¿Qué será lo próximo? Crearme más objetivos, porque en parte, eso es lo que nos da sentido a los seres humanos que poblamos este mundo que vive sus momentos más caóticos.

Estamos ante un grito de sinceridad, ante un desnudo íntimo del autor en el que aprendemos y aprehendemos que cuando, en un solo instante, pueden desatarse los infiernos, hay que sobreponerse, mirar hacia delante, y conseguir aquello que nos habíamos propuesto, aunque parezca difícil, aunque parezca imposible porque, en realidad, hay pocas cosas que lo sean.