Jack Kirby es, sin lugar a dudas, el dibujante de superhéroes más famoso de todos los tiempos. Creador junto a Stan Lee de casi todo el Universo Marvel (Los 4 Fantásticos, Los Vengadores, La Patrulla X, Iron Man, Thor…), pero hay que señalar que también trabajó para la competencia (DC Comics) para los que crearía, encargándose tanto del guion como del dibujo, un universo entero: El Cuarto Mundo. ECC Ediciones recupera (respetando el formato original, cosa siempre de agradecer por parte de los nostálgicos) en cuatro volúmenes imprescindibles esta obra del genio neoyorkino.
Kirby ya había dado muestras de su elevadísima capacidad para crear en Marvel. Por ejemplo, cuando Stan Lee quiso introducir a un personaje con categoría de dios en el Universo Marvel, ideó un personaje llamado Galactus. Kirby, al trabajar en el proyecto, le devolvió las páginas incluyendo a un personaje con el que Lee no contaba: Silver Surfer (Estela Plateada), argumentando que todo dios necesitaba un escudero. Esa saga está considerada una de las más importantes de toda la historia de los cómics y, en poco tiempo, Silver Surfer se convirtió en todo un icono de los 70.
Pero quizá esa desbocada creatividad le pasó factura, ya que los lectores de la época se vieron desbordados por un cómic que no acababan de entender del todo. Es prácticamente imposible encontrar un cómic que nos escupa tantos conceptos por viñeta. En el prólogo de la presente edición, Grant Morrison nos lo explica con precisión:
“La obra de Kirby funcionaba a una frecuencia demasiado alta y mi cerebro preadolescente no podía sintonizarla; me producía un escalofrío interno por lo asombroso de sus operísticas visiones de planetas ardiendo y rugientes deidades… Kirby era demasiado salvaje, demasiado terrorífico, demasiado crudo”.
Por este motivo las colecciones fueron acabando y tras cinco años en DC, Kirby volvería a Marvel en 1975 terminando la que fue su etapa creativa más individual y significativa.
En El Cuarto Mundo, el autor demuestra el ilimitado poder de su talento. Los personajes parecen salir de las páginas, adueñándose del espacio y del diseño de la viñeta. La tecnología imposible, la ciencia ficción psicodélica, las razas extraterrestres, la manipulación genética y la mitología vista desde la perspectiva cósmica son los ingredientes que Kirby cocina en el interior de su privilegiada cabeza.
Apoyado por diferentes colecciones, Kirby creaba una mitología moderna, llena de personajes omnipotentes, representantes del mal y del bien absoluto. La identidad como villano de Darkseid es simplemente perfecta hasta el punto que será la gran némesis de la versión cinematográfica de Liga de Justicia, según dan a entender desde Warner.
Hoy en día es imposible entender el Universo DC sin El Cuarto Mundo. Darkseid (una imponente criatura que parece hecha de piedra y asemeja un ídolo pagano) es uno de los villanos más famosos de la historia de los cómics de superhéroes. Estos personajes han protagonizado historias realmente inolvidables aparte de inspirar a otros grandes dibujantes como Alan Moore, John Byrne, Frank Miller o Grant Morrison.
El Cuarto Mundo es un clásico que gana con los años, y que ahora podemos degustar en su edición definitiva. Parece increíble como el trabajo de Kirby aguanta el paso de los años. La realidad es que El Cuarto Mundo es un cómic adelantado a su tiempo, con tal cantidad de épica y novedad que es imposible no notar su influencia en multitud de grandes títulos posteriores.
Decía Frank Miller decir que su Kirby favorito era el del Cuarto Mundo. Mantenía que ese era Kirby de verdad, haciendo lo que le gustaba, sin que nadie le dijese cómo debía trabajar. Lo cierto es que, aunque es casi seguro decir que El Cuarto Mundo no es su mejor trabajo, todo Kirby está aquí. El Cuarto Mundo tiene todo lo que no pudo hacer con los 4 Fantásticos y todo lo que no llego a contar en Thor.
Ha tardado pero por fin ha llegado a nuestro país una edición a la altura del contenido. Una edición de auténtico lujo que engrandece y dignifica la obra del genio de Nueva York. El primer volumen establece las bases de una idea, un modo fundamental de entender los cómics desde el punto de vista de la pasión, pero con el objetivo de que el lector se lleve a casa algo para el recuerdo. Algo que le haga viajar. Viajemos todos, entonces, al Cuarto Mundo.