El cupón falso / Jadzhi Murat de Lev Tolstói
A lo largo de sus escasas páginas, Tolstói hace desfilar a todos sus fantasmas. El engreimiento, la hipocresía social, la falsedad del dinero y del intercambio mercantil son llevados a la picota junto con el resto de instituciones socialmente aceptadas como la Iglesia o los Tribunales de Justicia. Nada escapa a la corrupción moral que envuelve la sociedad, desde sus cimientos a su cúspide, especialmente su cúspide.
Pero Tolstói es un espíritu bondadoso, imbuido del Sermón de la Montaña y de las promesas de redención del Evangelio. Por ello, sobre el paisaje desolado de El cupón falso arroja un hálito de esperanza y éste llega a través de las palabras del Evangelio. Varios personajes escuchan casualmente las palabras del libro sagrado y comprenden lo errado de su vida. Aquello que no ha conseguido la justicia de los hombres se hace evidente bajo el auspicio de las santas palabras. Y por ello, estos personajes asumen su culpa y tratan de reparar el mal causado comenzando una vida recta y virtuosa y asumiendo las penalidades y castigos que esta nueva senda les envíe.
Tolstói sabe compensar de este modo el tono sombrío del relato, la penosa vida de los condenados y empobrecidos campesinos pero también la no menos tétrica vida de los ricos comerciantes envueltos en su soberbia y codicia y también en un terrible miedo a todo cuanto pueda poner en peligro su acomodada situación. Para todos ellos aguarda una oportunidad que no llega de la mano de violentas revueltas sino del amor al prójimo y de la pacífica resistencia frente a quienes tratan de imponer su voluntad.
Pero no pensemos en El cupón falso como una narración moralista y simple. Todo lo contrario. Su mérito reside precisamente en la habilidad de Tolstói para narrar de manera objetiva los hechos, para dejar en boca de sus personajes las conclusiones a que puede atenerse el lector. Su papel de narrador es limpio y pulcro, su prosa directa y eficaz. Cualquier recurso literario queda supeditado a la inmediatez del texto y su mensaje se impone sin necesidad de su intervención. Un prodigio de sencillez al servicio de un fin: una narración que aspira a la perfección sin necesidad de que el lector comparta necesariamente la visión del autor.
En sus últimos años, Tolstói también volvió la mirada a su juventud, a los días en que vivió las campañas militares en el Cáucaso junto a su hermano mayor. Precisamente en aquella época fue cuando comenzó a escribir y, de algún modo, a rechazar la vida que había llevado hasta entonces.
Según Harold Bloom, Jadzhi Murat es el mejor relato que jamás haya leído (como se encarga de destacara la contraportada del libro) y ciertamente sus méritos son innegables.
Con aplomo, concisión y objetividad escrupulosa, impulsa la narración con un estilo directo y sencillo, desnudo de ornamentos, pero tremendamente efectivo, creando los suficientes puntos de interés, saltando de las montañas del Cáucaso a los salones del Palacio de Invierno o a un granja perdida en la estepa rusa sin que por ello decaiga la trama principal que no es otra que la historia de la entrega a los rusos de Jadzhi Murat, caudillo checheno, traicionando así a Shamil, el jefe de la revuelta contra el Imperio del zar.
Tolstói destaca en el rebelde Murat su altivez y dignidad, su austeridad y el respeto por sus creencias y ritos, el amor por su familia retenida por Shamil y la nobleza de su carácter en contraste con los oficiales rusos, más preocupados por sus propias carreras, las intrigas y los bailes cortesanos, el juego o el alcohol. Tampoco olvida la vida de los soldados rusos, muchos de ellos forzado a alistarse y vendidos a la incompetencia e intereses de sus superiores. La vida de estos soldados apenas es relevante (como siempre ocurre en toda guerra) y se falsean los informes oficiales para hacer parecer brillantes acciones militares lo que no ha sido sino fracasos innecesarios y cruentos.
¿Por qué este relato puede considerarse una obra maestra? Tal vez uno de sus mayores méritos se oculte en el hecho de que nada parece ser lo que es. Jadzhi Murat se entrega a los rusos para lograr la venganza sobre Shamil, los rusos acogen al rebelde como forma de doblegar el poder de Shamil y sembrar la división entre los montañeses, pero en el fondo, todos recelan de todos y todos guardan sus cartas con esmero.
Sólo hay un punto sobre el que parece haber consenso: la grandeza de Jadzhi Murat. Ni siquiera los rusos parecen odiar al caudillo sino más bien temerlo por su audacia. Pero no es éste un héroe al uso, dotado de fuerza e ingenio, magnanimidad y sabiduría.
Tolstói no nos ahorra detalles sobre su crueldad y rudeza, sin que por ello pierda un ápice de su simpatía para el lector. Jadzhi es el único personaje que parece tener un objetivo fijo y definido, salvar a su familia retenida por Shamil. Todo queda subordinado a ese fin, ésa es su verdad y por ella arriesgará su vida, en contraste con la vida de los oficiales rusos que apenas parecen tener ideales. Éste es el héroe tolstoiano, desnudo de grandeza épica pero tan real como la figura histórica en que se basa,
El texto está plagado de términos persas, tártaros o turcos en los que Tolstói demuestra su conocimiento de primera mano de la realidad de esta parte del imperio ruso, dando credibilidad al relato. Estos términos se han respetado en la esmerada traducción de Víctor Gallego con las consiguientes notas a pie de página.
Para quienes teman enfrentarse a las extenuantes novelas de Tolstói o quienes quieran evitar perderse entre los centenares de cuentos y relatos de este prolífico autor, las dos narraciones comentadas pueden ser una perfecta iniciación. Para aquellos que ya hayan leído a Tolstoi pero no conozcan estas dos historias, no necesitarán más estímulo que saber que en ellas nos aguarda el mejor de los dos Tolstói.
No he leído aún nada de Tolstoi, y por lo que comentas, ésta parece una obra ideal para adentrarse en su literatura, así que apuntada queda. A ver si así me animo a leer sus obras más extensas.
Besotes!!!
Tu reseña es muy linda, bien escrita, el libro de este autor me da miedo, jajajaja, porque hasta tiene nombre de escribir difícil! (?) La cosa es que me bajaré un pdf a mi libro y si me convence el estilo, compraré éste cuando pueda; saludos!
He leído como muchos lo más títpico de este Autor, Ana Karénina y Guerra y paz; y este me parece, por lo que cuentas y por ser Nórdica quien lo edita, que puede resultarme interesante. Así que tomo nota de él.
Un saludo Gonzalo!
Hola soy Maria Jose y he empezando a escribir una historia hace poco en : http://unveranoparalaura.blogspot.com/
Me gustaria que lo leyeran un poco y me aconsejaran para escribir mejor. La verdad es que no tengo mucho escrito y en breve me pondre mas en serio…pero los consejos no me vendrian mal..
gracias¡¡
Es uno de mis autores preferidos “La muerte de Ivan Ilich” y “Resurrección” forman parte de mis libros de cabecera. No conocía la existencia de estos títulos pero no pararé hasta dar con ellos. GRACIAS.