El enigma de la calle Calabria, de Jerónimo Tristante
Hace no muchos días os hablé de Jerónimo Tristante. En aquella ocasión (podéis verlo aquí), os presentaba mis tres detectives favoritos, o si se quiere decir de otra manera, mis tres sagas de novela negra actual favoritas. En tercer lugar aparecía el perspicaz inspector Víctor Ros, personaje protagonista de toda la saga con la que Jerónimo Tristante me está haciendo disfrutar. Tras leer “El misterio de la casa Aranda”, y “El caso de la viuda negra”, leo ahora la tercera y hasta el momento última entrega de las aventuras de Víctor Ros, “El enigma de la calle Calabria”, trasladando a los lectores a la ciudad de Barcelona en 1881 para saber más sobre la misteriosa desaparición de un importante empresario catalán.
Como ya os he comentado anteriormente, Víctor Ros es lo más parecido a Sherlock Holmes que podemos encontrar entre los escritores españoles. Sus elucubraciones y sus métodos de investigación se acercan a las del mítico personaje creado a finales del siglo XIX por Sir Arthur Conan Doyle.
Tras dos entregas, su personaje sigue evolucionando. Esta vez, dejará a su familia en Madrid para viajar a Barcelona junto a su inseparable Alfredo Blázquez. En la Ciudad Condal les espera Juan de Dios, antiguo compañero de Víctor. Una vez allí, investigarán la desaparición de Gerardo Borrás, empresario influyente de la ciudad, cuya pronta aparición se tiñe de misterio.
Una vez más, Jerónimo Tristante no sólo construye una buena novela negra, sino que además la adereza con majestuosidad. Uno de los puntos fuertes de sus novelas reside en las magníficas reconstrucciones que hace de las ciudades a visitar. Si en su primera novela conocíamos el Madrid más castizo, en la segunda viajábamos a la milenaria Córdoba para recorrer sus callejuelas. Esta vez, la vida y gentes de Barcelona quedan retratadas a la perfección. Junto a Víctor paseamos por las Ramblas y nos adentramos por el Raval, mientras desentrañamos una vez más un caso de lo más enrevesado y conocemos a gente de la talla de Antoni Gaudí o el inventor Narciso Monturiol.
La novela tiene para mí tres partes bastante diferenciadas. En la primera se nos presenta el caso, vemos los avances de Víctor, y conocemos a un villano de lo más oscuro. El final de esta primera parte termina de forma abrupta y magistral, conduciendo a una segunda parte quizá demasiada plana y algo previsible. Sin embargo, el final de la novela vuelve a ser brillante, con un Víctor Ros que no puede ser elevado más que a la categoría de héroe policial, no sólo por sus hechos, sino también por sus valores.
Jerónimo Tristante hace a Víctor Ros luchar no sólo con viles asesinos y gente de los bajos fondos, sino que le hace luchar una vez más contra sí mismo. Sus valores están por encima de sus métodos, y es por eso por lo que se enfrenta también ante estamentos como la Iglesia o el Gobierno Civil. Con “El enigma de la calle Calabria”, no será una excepción, y si bien es el libro que menos me ha gustado de la saga, el mensaje que os doy es el mismo. Conoced a Víctor Ros y a Jerónimo Tristante, son de lo mejor en cuanto a novela negra española se refiere.
En breves conoceremos su nuevo caso. El cuarto libro de la saga se desarrolla en Oviedo, con un título de lo más enigmático, “La última noche de Víctor Ros”. Allí estaré, sin duda.
Tengo que probar de una vez con estos libros, que me llaman mucho la atención. Gracias por la reseña!
Besotes!!!
No sé la razón, pero aún no he leído nada de este autor, aunque no hago más que encontrarmelo por todos los lados (¡me persigue!) ;D Tendré que ceder y leer algo de Tristante porque la verdad que en general siempre he visto comentarios positivos. Gracias por la reseña. Un saludo.
Margari: Te recomiendo encarecidamente la saga de Víctor Ros. Los libros no son muy largos, están muy bien escritos, y son adictivos. Lo ideal para engancharse a la novela negra!
Un beso
Ana: Gracias por tu comentario. Yo empecé a leer a Jerónimo Tristante porque me pasaba lo mismo que a ti, que me lo encontraba en todas partes y siempre hablaban bien de él. Años después, aquí estoy, siendo un fan incondicional de los métodos de Víctor Ros :-D.
Saludos