Esta novela de Mikel Santiago es una novela que debería oler a verano, a crema solar y a piel salada, pero en realidad se masca la intriga y el suspense con música de jazz de banda sonora. Vuelvo al thriller, no puedo evitarlo, vuelvo al misterio, la investigación y la sospecha. En un escenario de película antigua como Atrapa a un ladrón o Buenos días tristeza. Las carreteras estrechas y sinuosas, los acantilados, las pequeñas calas y las bonitas puestas del sol del Mediterráneo. Aunque estas pelis están ambientadas en la Costa Azul y la novela transcurre en la costa italiana, el ambiente es similar ¿Os acordáis de A pleno sol? Es la película basada en el libro de Patricia Highsmith, El talento de Mr. Ripley. Pues mi cabeza loca ha recordado en algún momento a Alain Delon mientras leía El extraño verano de Tom Harvey. Os recuerdo que mis conexiones son algo peregrinas, pero ahí las dejo.
Tom Harvey es un músico de jazz norteamericano que vive en Italia. Apenas se gana la vida con su saxofón, así que tiene que complementar sus ingresos haciendo de guía turístico en Roma. Recibe una llamada de su amigo Bob Ardlan, pintor de renombre, al que no ve desde hace tiempo, pero le viene mal contestar en ese momento y se olvida. Al cabo de un par de días, le llama Elena, la hija de este amigo y antigua pareja de Tom y le pide que vaya a Tremonte porque Bob ha aparecido muerto en los acantilados debajo de su casa. Todo apunta, en un principio, a una caída desde la terraza de la casa por accidente o a un suicidio, pero a Harvey no le encajan las cosas.
La novela está contada en primera persona por Tom Harvey que se convertirá en investigador, pasará apuros tanto físicos como psicológicos. Tendrá sueños reveladores e inquietantes. Oirá y sentirá cosas extrañas en la casa. Tendrá que intentar controlar sus sentimientos hacia Elena, que será siempre la mujer de su vida, aunque ahora no estén juntos. Descubrirá aspectos ocultos de la vida de un hombre al que apreciaba y admiraba mucho, que ahora parece que no conocía tanto como pensaba. Tendrá que intentar encajar en el grupo de gente rica, excéntrica, con gustos caros y que posan para la prensa, pero que tienen mucha basura escondida debajo de las alfombras. Un afamado director de cine celoso, una escritora de libros de misterio con muchas más cosas perdidas además de la inspiración, un marchante de arte ambicioso, un aspirante a pintor, un detective estiloso, hombres atractivos de negocios dudosos y un elenco de secundarios la mar de variopintos, que te hacen sospechar de todo y de todos.
Yo no he leído las otras novelas de Mikel Santiago, que ya estoy tardando, pero por las reseñas escritas, esta acompaña perfectamente a las otras. Tiene ritmo, suspense y atrapa hasta el final; capítulos cortos y muchos diálogos. Todo ocurre en apenas dos o tres semanas muy intensas. A mí me ha gustado su forma de escribir, sus descripciones y expresiones son claras y certeras, con sentido del humor, sin florituras. Es una novela muy cinematográfica. Solo he sentido un desajuste leyéndola. No sé porqué, pero había imaginado al protagonista algo mayor de lo que es. Está en la treintena pero en un principio, por su forma de comportarse y pensar, le habría colocado 10 años más. Pero esto es cosa mía, como me gusta, lo acerqué más a mi edad. Creo que me ha influido leer sobre el autor, que también es o ha sido músico, de rock en su caso, de Portugalete y del 75, así que yo creo que le puse su cara a Tom.
Es lo que tienen los libros, que te puedes montar tú mismo la película, el escenario y los protagonistas, como te venga en gana, según tu imaginación. Aunque la novela lo describa todo meticulosamente, no puedes evitar crear imágenes, que cuando las comparas con las que se crearon otras personas sobre los mismos relatos, difieren bastante. Es la magia de la lectura y por eso, muchas veces, te llevas un chasco cuando el libro pasa a la pantalla.
Yo seguro que lo leo. Hace poco leí El mal camino y me gustó en general, aunque alguna cosa se podría mejorar
Hola Marta, pues me dicen los que han leído los otros que este es el más flojo, pero yo lo he disfrutado.
Abrazo.