El hombre que perseguía a su sombra, de David Lagercrantz

El hombre que perseguía su sombraDavid Lagercrantz sigue con la difícil tarea de continuar la saga Millenium, esa que la muerte prematura de Stieg Larsson dejó en una corta trilogía, para disgusto de todos sus fans. Pero también, el autor sueco lucha por acabar con el estigma de la comparación continua con Stieg, esa que le lleva persiguiendo desde 2015, año en el que se puso de nuevo en marcha la maquinaria Millenium con la publicación de la cuarta historia de Lisbeth, Blomkvist y todo el elenco de secundarios, titulada Lo que no te mata te hace más fuerte. Hace dos años fueron muchas las voces disconformes. Primero, por no encontrar sentido a una continuación si no es con su creador original, y segundo, por la comparación a la baja si se trata de valorar los méritos literarios del original y el continuador. Sin embargo, muchos, entre los que me incluyo, vimos en la cuarta entrega una novela casi tan adictiva como las anteriores, por eso esta quinta, El hombre que perseguía su sombra, se presenta como otra interesante oportunidad de seguir disfrutando del noir sueco que más éxitos literarios ha dado a su país.

En esta ocasión todo empieza con Lisbeth Salander cumpliendo condena en la cárcel de Flodberga. Aunque es difícil, intenta pasar desapercibida, hasta que al intentar defender a una joven de Bangladés se pone en el punto de mira de una de las presas más peligrosas de la prisión. Holger Palmgren, antiguo tutor de Lisbeth, le hace una visita en prisión y le consigue unos documentos comprometedores sobre los abusos sufridos en su infancia. Pese a la reclusión, Lisbeth contacta, una vez más, con Mikael Blomkvist, empezando juntos una investigación que les llevará a encontrar un experimento macabro llevado a cabo por el gobierno sueco en la década de los ochenta.

Quizá uno de los puntos fuertes que tiene la literatura de David Lagercrantz es que sabe elegir muy bien qué temas pueden ser más interesantes para desarrollar sus historias. Si en el anterior libro llamaba mucho la atención todo el tema de la NSA y el misterioso August, en esta ocasión la cosa no iba a ser menos. El islamismo radical, la corrupción política o experimentos poco éticos con niños son temas que enganchan a una trama ya de por sí fácil de leer.

Creo que el mejor consejo que se puede dar a un lector para disfrutar de este libro es olvidarse de una vez de la alargada sombra de Stieg Larsson y disfrutar de la nueva historia que nos quiere contar David. Hay que reconocer que la historia engancha desde el principio, y las más de 600 páginas se hacen cortas al lector, algo que no siempre suele pasar. Lo bueno de Lagercrantz es que ha dejado atrás esas tediosas y largas descripciones a las que nos tenían acostumbradas las otras cuatro entregas de la saga. En El hombre que perseguía su sombra todo pasa rápido, y el ritmo es frenético desde las primeras páginas. También ayuda que el personaje de Lisbeth, el que sustenta siempre todo el mundo de Millenium, entre en acción nada más comenzar la historia. Además, poco a poco seguimos descubriendo partes del pasado de Salander que pensábamos oculto, lo que sin duda es un aliciente.

En conclusión, creo que no es muy arriesgado afirmar que esta saga se extenderá en el tiempo mientras que los lectores sigan convirtiendo cada entrega en un éxito de ventas. Además, un personaje tan poliédrico y adictivo como el de Lisbeth Salander bien vale llenar cientos y cientos de páginas de buena literatura negra, siempre que queden todavía facetas suyas por descubrir.

César Malagón @malagonc

2 comentarios en «El hombre que perseguía a su sombra, de David Lagercrantz»

  1. Hola, hace bien poco que lo he terminado y me ha gustado mucho. El anterior se me atravesó un poco pero en este me he reconciliado con el autor y es que Lisbeth es mucha Lisbeth.

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