Al empezar con esta lectura pensé que me encontraría ante otra de las cuidadas novelas negras que edita Alrevés. Una novela al uso, en la que un detective/policía/investigador debe resolver el asesinato que misteriosamente ha ocurrido. Pero mis impresiones, una vez más, nada tienen que ver con la realidad. Sebastià Bennasar reconstruye, basándose en la ficción pero con altas dosis de realidad, la historia de la mafia lionesa desde sus inicios en los revueltos años 70 en Francia hasta su asentamiento décadas después en la Costa Brava.
La cronología de El imperio de los leones empieza en 1972. Jean Neige y su banda están considerados uno de los grupos criminales más buscados por la policía francesa. De especializarse en pequeños atracos, rápidos y eficaces, pasan a controlar otros negocios más rentables como el hachís o la prostitución, incluso el floreciente negocio urbanístico que se empezaba a vislumbrar en una España que caminaba lentamente entre el fin del Franquismo y el inicio de la Transición. La otra parte del relato se sitúa en 2006. Han pasado varias décadas, y el patriarca del clan está en prisión. Su hijo Pascal tiene la difícil misión se asegurar la continuidad de las actividades mafiosas en un momento tan conflictivo.
Así, entrelazando pasado y presente, Bennasar construye un relato casi periodístico y cronológico de la vida y obra del clan Neige. Tras este trabajo se adivinan muchas horas de documentación e investigación para conocer la verdadera historia de la mafia lionesa. El imperio de los leones se ajusta tanto a la historia real que episodios como el asesinato de Raymond Vaccarizi en la cárcel Modelo de Barcelona, que en julio de 1984 agitó la Ciudad Condal, está reproducido con una fidelidad exhaustiva. Las hazañas reales de Edmond Vidal y Raymond Vaccarizi encuentran en Bennasar un aliado perfecto para transformarlo en literatura.
Pero más que por su verosimilitud, esta novela destaca sobre todo por su lenguaje. Es difícil no engancharse a la novela viendo leyendo el inicio. Unas primeras páginas sublimes hacen al lector no querer soltar la novela. Y si no me creen, hagan la prueba. Intenten leer las primeras cinco páginas y díganme si lo que ha escrito Bennasar no es literatura de la buena. Su estilo es durísimo, de los que incomodan al lector, que se revuelve en su asiento mientras los asesinatos, las vísceras y la sangre corren a sus anchas por las páginas. Un estilo negro de los buenos, donde la acción y la violencia dominan perfectamente el ritmo de la historia.
Además, hay pequeños detalles que hacen de este libro algo especial. Dentro de la espiral de violencia y delincuencia en la que viven los protagonistas, subyace el problema que supuso la independencia de Argelia en los años 60. Bajo el término pied-noir (del francés, pies negros) se encuentran los franceses residentes en la colonia africana que se vieron obligados a abandonar el país en 1962 tras la independencia. Qué Jean Neige y su banda sean pied-noir añade a su carácter un matiz especial de resentimiento en sus acciones delictivas.
En resumen, en El imperio de los leones encontramos un estudio pormenorizado de cómo funciona una mafia, desde su líder supremo hasta el último de los rateros a sueldo. Interesante saber su modus operandi no solo en cuanto a delitos de sangre o actividades ilegales, también aspectos tan diversos como la compra de medios de comunicación o las inversiones inmobiliarias. Estamos ante una historia bien estructurada y documentada, con un estilo difícil de olvidar. Otro acierto de esta editorial.
César Malagón @malagonc