¡Por fin! Después de ya ni sé la tira de años desde que leí el último cómic de entre los cómics, The Sandman, he podido cerrar un poquito el círculo que creó Gaiman, y eso que el libro del que hoy hablamos no es obra suya aunque sí lo son sus personajes.
Años ha, tras la lectura, o mientras, no lo recuerdo ya, de dicha obra maestra, me dio por trastear por Internet, buscando ampliar información sobre los Eternos, –Sueño o Morfeo, el personaje central del cómic The Sandman y sus hermanos: Muerte, Delirio, Destrucción, Deseo, Destino, y Desespero (en inglés tiene más gracia ya que todos los nombres empiezan por “d”)– y me encontré con una ilustración de Jill Thompson en la que aparecían todos ellos de forma diminuta, como si hubieran sido encogidos. Se les veía muy graciosos. Tanto que decidí imprimir la foto y usarla de punto de libro. Después supe que incluso había un libro infantil con esos personajes, ¡este libro!, el cual estaba descatalogadísimo y con precios astronómicos en las páginas con nombres que imitan a ríos y bahías.
Pero… aquí está ECC para desfacer el entuerto y ofrecernos a un precio de risa esta historia. Ojo, no esperéis aquí una trama compleja ni con guiños a la historia padre, no. Este es un ejemplar para coleccionistas, fans y completistas de la obra de Gaiman. Son, como ya he dicho, sus personajes, pero el guion es de Jill Thompson. Si disfrutaste con Gaiman El libro de cuentos de los pequeños eternos no puede faltarte, aunque sea solo por el dibujo, que te hará ahondar en tu memoria y recordar algo de esos cómics.
Lo bueno es que este libro ilustrado es también válido para los más pequeños de la casa pues no tiene marcado el tono oscuro de, por ejemplo, Muerte o Sueño. Los pequeños no sabrán que la niña regordeta, gótica, de ojos enormes y con un anj colgado del cuello es la mismísima encarnación de la muerte. Tan solo verán dibujos de niños alegres, mucho colorido, y un perro que va buscando a su dueña. Porque ese es el argumento. Barnabás, el perro de Delirio, ha perdido a su dueña, a la que no debía de quitar ojo nunca. Para encontrarla irá a preguntar a cada uno de sus seis hermanos hasta sus respectivos reinos.
Lo dicho. Son 64 páginas, que incluyen al final una breve explicación de la autora sobre el origen de estos minieternos, de cómo los fans pedían a la ilustradora más y más material (posters, postales, libros…) y de cómo estos llegaron a pedir a DC que fabricaran muñecos y merchandising…
En resumen, es un buen tomo, tapa dura, finito, las ilustraciones son muy chulas (y sí, algunas también son dignas de enmarcarse, en concreto hay una de Desespero y otra de Destino que me tientan mucho…) y gustarán tanto a los niños (supongo) a los que se les lea el cuento por la noche, como a los mayores que reconocerán en ellas a los personajes que tanto les encantaron en los cómics de donde surgieron. Además, por 8,95 euros sería ridículo no hacerse con él.
Hacedme caso. El libro de cuentos de los pequeños eternos vuelve a estar disponible, pero no creo que dure mucho. ¡Daos prisa!