El libro de la política

El libro de la política, de Paul Kelly

Hace casi un siglo David Lloyd George, Primer Ministro británico a finales de la I Guerra Mundial, decía aquello de “Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel”. Esta frase, con el paso del tiempo, toma gran repercusión en este 2015 crucial para el panorama político, que vivirá en las elecciones municipales, autonómicas y generales la posibilidad de convertir en realidad la amenaza vertida por el político inglés.

Y es que, admitámoslo aunque suene impopular y poco creíble; la Política (así, con mayúsculas) está de moda. Tras décadas adormecidos en el cómodo bipartidismo, España vive el resurgir de las ideologías y las nuevas formaciones políticas que desean configurar un espacio electoral distinto al de los últimos años. Y como la política, nos guste o no, es algo que nos afecta a todos, creo que libros como El libro de la política, de Paul Kelly, debería ser imprescindibles en muchas bibliotecas personales, pues constituye una forma amena, rápida y sencilla para intentar comprender el verdadero significado de esas ocho letras misteriosas que durante años nos han parecido tan lejanas.

Aunque hay diferentes formas de acceder al conocimiento de la Teoría Política, se comete frecuentemente el error de hacerlo a través de los medios de comunicación, a veces un arma de doble filo, más centrados éstos en el adoctrinamiento velado que en su función didáctica.

Paul Kelly y su equipo se proponen resumir en un solo libro todas las ideas políticas que han dominado los últimos veinticinco siglos de historia, comenzando por el confucianismo, doctrina del pensador chino Confucio, continuando por los grandes clásicos de la antigüedad y desgranando los pensamientos siglo a siglo hasta llegar a nuestros días, reproduciendo las ideas de pensadores y políticos de las últimas décadas como Chomsky, Gorbachov o Walzer.

Todo en El libro de la política está enfocado a facilitar al lector el acceso a la información. No solo se aborda la cuestión de modo cronológico, sino que también cada autor es afrontado de forma individual, pero poniéndolo en un contexto amplio, relacionándolo con otros autores coetáneos o con ideas similares, siempre destacando su ideología y enfoque político, desgranando aspectos importantes de su biografía (si fuera necesario), y destacando las frases o ideas del autor que más le representaron.

Disfrutando de sus páginas nos damos cuenta de que la política, por mucho que nos la hayan intentado vender como un eterno enfrentamiento entre la izquierda y la derecha, va mucho más allá de las posiciones. La política son ideas, muchas con un germen común y duradero, y otras que han revolucionado la forma de pensar. Ideas pensadas para y por el bien del pueblo, pese a la mala práctica que alguno hizo de ellas, abusando de su control para someter a pueblos enteros. Y son estas ideas las que llevan a Thoreau a coincidir en varios aspectos con Gandhi, pese a separarles un siglo de diferencia, o a Foucault con Maquiavelo, cuando entre ellos median casi quinientos años.

En el último año pocas veces había tenido una lectura tan gratificante como esta. Y eso que El libro de la política no es un libro para leer de principio a fin, sino para disfrutarlo poco a poco; una delicia que tienes que irte comiendo a pequeños mordiscos, aprendiendo de cada página que pasas y de cada personaje que aparece, y haciendo de él un libro de consulta indispensable. El éxito del mismo se resume en una de las frases de la portada que, a modo de eslogan, dice: “Grandes Ideas. Explicaciones sencillas”. Este lema es la mejor forma de acercar las ciencias sociales a los lectores, y por eso la editorial Akal, con gran acierto, ha repetido la fórmula con otros libros dedicados a otras ramas como la Economía, la Psicología y la Filosofía. Sin duda es de agradecer que entre tanta literatura desorientada que se publica hoy en día, una editorial acerque la cultura de una forma tan amena, a la par que rigurosa.

César Malagón @malagonc