En un día invernal del diciembre londinense, quinientos volúmenes -incautados a lo largo del otoño- fueron trasladados en carretilla por corredores a un oscuro sótano. Allí fueron volcados en varias calderas. Siete años de interminables sufrimientos durante el proceso de escritura, de infatigables meses de revisiones y de multitud de planes para distribuirlos secretamente quedaron carbonizados en segundos. Los libros contenían la primera edición inglesa de la epopeya Ulises del escritor irlandés James Joyce. Ulises, hoy considerado un clásico, y para algunos uno de los mejores libros en lengua inglesa del siglo XX, fue condenado por obsceno, lúbrico y, en general, indecente -e incomprensible-.
Kevin Birmingham, doctor en Historia por la Universidad de Harvard, nos trae El libro más peligroso. James Joyce y la batalla por el Ulises (editorial Es Pop), donde narra los problemas que el autor irlandés padeció primero para escribirlo y, luego, para publicarlo. Y es, además, el resultado de un minucioso y riguroso estudio que implicó la visita de una docena de archivos diferentes, tales como la British Library y The National Archives en Inglaterra o la National Library en Irlanda y varios archivos de diferentes universidades americanas; así como el análisis de cartas personales, revistas y periódicos de la época.
Birmingham ha dado como título El libro más peligroso porque Ulises «no aceptaba una jerarquía entre lo empírico y lo obsceno, entre nuestra vida exterior y la interior…. porque demostraba cómo un libro podía abolir el poder del secretismo. Nos enseñaba que el secretismo es la herramienta de regímenes condenados y que los secretos son, tal como escribió Joyce, “tiranos, dispuestos a ser destrozados”». Y como subtítulo “James Joyce y la batalla por el Ulises” porque eso es lo que fue para su autor, una auténtica batalla.
La epopeya joyceana fue el fruto de los sufrimientos de su autor y de la incomprensión de la época. Joyce escribió su obra en medio de una guerra mundial, con constantes ataques de dolor en los ojos debido a glaucomas, irritis, una docena de operaciones… que poco a poco le hicieron ir perdiendo la visión. Envuelto en problemas económicos -siempre bajo el mecenazgo de alguien-, ya que era incapaz de administrar bien el dinero, aún cuando tenía a su cargo varios hijos, además de la indiferencia de su mujer por su escritura -para él lo peor de todo.
Ulises no es un libro cualquiera y, aunque hoy no nos parezca excepcional, supuso un antes y un después en 1918, tras ver la luz los primeros capítulos en la revista americana The Little Review. El mundo no estaba preparado para una obra así. Ulisesfue revolucionaria porque “contenía todos los pensamientos que un ser humano pudiera llegar a albergar”, es decir, presentaba el modo en el que piensan las personas, con pensamientos caóticos y con escasos signos de puntuación. Igualmente porque, aunque “hoy estamos acostumbrados, pero a principios de siglo era inconcebible, algo exótico, que un día fuera un marco temporal apropiado para toda una novela -y además tan larga como lo es Ulises-”.
Todo lo anterior hacía la obra incomprensible y por eso las autoridades solo se fijaron en los pasajes obscenos y “pornográficos”, ignorando el arte que albergaba, prohibiéndola tras un larguísimo y mediático juicio en 1921 en EEUU -tras ello sería prohibida en el resto de naciones angloparlantes. Representaba lo nuevo frente a todo lo anterior, abrió una brecha seguida por otros, rompió moldes y sin quererlo se convirtió en el estandarte del nuevo movimiento surgido a comienzos de siglo: el modernismo. Además, los escándalos y los sufrimientos/dolencias continuas hicieron de Joyce una “figura heroica y digna de compasión, inaccesible y a la vez profundamente humana”.
Este ensayo histórico-literario no es la biografía de un escritor, sino la biografía de un libro, a través de cuya relato asistimos indisolublemente a la vida del autor. Pero a pesar de tantos problemas, Joyce tuvo la capacidad (y tenacidad) de abstraerse de todo y vivir exclusivamente para su escritura, aislándose cada vez más conforme iba avanzando en la novela. -siempre constante creó una “novela sedimentaria que fue ganando en masa partícula a partícula”. Nadie habría seguido escribiendo solo para provocar. Joyce quería suprimir todas las barreras del arte, escribía para obtener una libertad artística total en forma, estilo y contenido.
Por eso, este volumen es un gran retrato de la Europa de entre guerras, donde el mundo editorial se alejo del pasado y se internó en la modernidad del siglo XX. Por ello, el historiador ha podido desarrolla historias paralelas de los diferentes elementos que de una forma o de otra participaron en Ulises, como ramas de un árbol conectadas al tronco de la epopeya joyceana. Como por ejemplo, leemos la historia de Dublín -donde transcurre la acción de Ulises-, la historia del anarquismo o las sufragistas en Londres, así como algunos datos sobre el régimen censor anglosajón, o Sylvia Beach, la única que se atrevió a publicar la epopeya cuando todo el mundo se había negado, incluida Virginia Woolf. Pero estos elementos no están a un nivel subalterno, sino en el mismo nivel de importancia, consiguiendo encajar perfectamente todas las piezas en una única narración sin interrumpir la lectura.
En cuanto a la edición es inmejorable, espléndida. La alta calidad del papel se combina con unas magníficas fotografías en la mitad del tomo, manifestando una edición pulcra y clara, a la vez que sencilla y bella. Hacía tiempo que no veía una edición tan cuidada y centrada en la importancia de los detalles.
En síntesis, El libro más peligroso. James Joyce y la batalla por el Ulises se erige como un alegato en pos de la libertad de expresión tratando un libro cuya edición, impresión, venta o posesión estuvo penado con multas y con cárcel durante años, y “tu relación con un libro cambia cuando te ves obligado a esconderlo del gobierno”. Ulises creo devoción y repugnancia por partes iguales, al igual que su autor. Esta es su historia.
Estos libros en si mismos son auténticas joyas literarias, pero cuando los encuentras en ediciones especiales, toman la categoría de Arte.
Un libro inolvidable e imprescindible.
Un beso