Empiezo el veranito con una lectura que resultó absolutamente adictiva, El método 15/33, un libro estupendo para la gente que, como yo, tiene un poquito de respeto a volar.
Me resisto a empezarlo mientras estoy esperando el embarque en el aeropuerto, además voy en muy buena compañía, y como bien sabéis todos, no hay nada mejor que una buena conversación, y a falta de ella, entonces sí, una buena lectura.
Colocada ya en mi asiento y justo cuando empiezan a dar las instrucciones sobre seguridad es cuando inicio la lectura, que hará de éste un viaje alucinante del que no me podré despegar hasta que escucho la voz del Comandante avisando de la temperatura que tendremos al aterrizar en Praga.
En casi las tres horas de vuelo el libro había quedado leído, terminado, pulverizado, finiquitado, y con la absoluta convicción de que había cumplido sobradamente el fin para el que había sido adquirido: Tenerme tan atrapada durante el vuelo que no fuese capaz de levantar la cara del libro ni cuando pasan anunciando que puedes tomar un fresco combinado 😉 .
La historia nos narra el secuestro de una chica de 16 años, embarazada, ocurrido en EEUU en el año 1993. La autora decide, con acierto, contarla desde la distancia del paso de los años, Por lo que conoceremos no solo el hecho y desenlace del secuestro, sino la vida anterior y posterior de esta joven y especial protagonista, conoceremos a su familia y su entorno, pero también el de otros muchos personajes que poco a poco irán formando parte de su vida, o tendrán una importancia vital en el desenlace de la trama.
No será por nada que esta novela obtuviera en su día los premios National Indie Excellence y IBPA Benjamin Franklin Award para la mejor novela de suspense, porque suspense lo tiene todo, y es creíble, la protagonista de esta historia es tan creíble como lo pudiera ser en su día nuestra querida Lisbeth Salander. Ya ven que casi nada quería yo contarles del libro, pero era inevitable hacer esta comparación por lo mucho que pueden compartir en la parte reflexiva sobre el deseo de venganza…
Y es que verán, esta es una novela que está no solo bien pensada y estructurada, sino que hay mucha habilidad literaria en la autora, pues como en el caso de Millennium, de Stieg Larsson, no se trata solo de tener una buena historia, hay que darle vida y credibilidad a los personajes principales, pero también a todos los secundarios que han de dar solidez a la historia. Y esto lo consigue sobradamente la autora, Shannon Kirk, una norteamericana, abogada y profesora de Derecho reconvertida a escritora para la suerte de sus lectores.
Si queremos dar el libro por acabado, podemos, no creo que nadie piense que es un final especialmente abierto, pero si la autora quiere, no duden que habrá más novelas, pues hilos hay en la historia para poder tirar de cualquiera de ellos.
En nada estaré otra vez con todos ustedes para contarles sobre mi lectura en el viaje de regreso.
Una novela de final cerrado pero abierto, ¿quién dice que cuando dos ideas (en este caso adjetivos) son contradictorios, ahí hay alguna falacia? jajaja, a mí es que me salen cada dos por tres, voy a empezar a pensar que temgo que ponerme freno, pero esta vez la cosa es más tuya que mía.
En fin, querida, subrayas que es una novela de suspense y de las adictivas, con personajes creíbles, y secundarios trabajados, … ¡Ya solo me falta Praga! para entonces, afortunadamente, tener que anunciar que: es que ya no tengo excusa para leerlo, jeje.