Siempre que encuentro una historia donde hay niños, una aventura y un misterio, me apunto. Será porque Los Goonies o Exploradores marcaron mi infancia y los libros o películas que reúnen los ingredientes que os he dicho me devuelven a mi niñez en cierto modo.
Eso precisamente me ha ocurrido con El misterioso asesinato de Pico Len, de Graziela Arias Ruiz, una novela dirigida principalmente a niños entre nueve y trece años, que nos ofrece un caso lleno de enigmas por resolver. ¿Estáis dispuestos a acompañar al protagonista de esta historia y a sus amigos en un viaje plagado de peligros e incógnitas? Si la respuesta es afirmativa, os presentaré a Javier y a los suyos.
Un día de verano, Javier, nuestro protagonista, se entera a través de una noticia de que Pico Len, el famoso jugador de golf, ha sido asesinado. Y, sin quererlo, Javier y sus amigos se verán atrapados dentro de esta telaraña de intrigas, mensajes secretos y diferentes situaciones. Todo esto les llevará a intentar resolver el misterio del asesinato de ese gran deportista y la relación con otros asesinatos ocurridos años atrás. Pero, ¿qué inconvenientes encontrarán en el camino? ¿Serán capaces de salir victoriosos?
En mi opinión, una novela como esta enfocada a un público infantil-juvenil, por un lado debe tener acción continua para mantener pegados a las hojas a los más jóvenes y que les resulte imposible aburrirse; y por otro lado, debe ofrecer un lenguaje sencillo que llegue de forma rápida y directa a este tipo de lectores.
En este caso la autora aprueba con nota alta, pues desde el comienzo hasta el final de la historia no dejan de pasar cosas que nos mantienen expectantes. Hay pistas y piezas que no encajan para que le demos vueltas al asunto. Asimismo, el lenguaje para describir y narrar todo lo que se nos presenta y todo lo que va sucediendo a lo largo de esta historia es familiar y llano.
Os he comentado esto porque no debemos olvidar a quiénes está dirigido el libro en especial: a esos peques, —ya no tan peques— que en realidad son muy selectivos y con poca paciencia. Por eso, escribir para ellos y triunfar es algo complicado, pues son unos jueces muy duros. No son como nosotros los adultos, que podemos esperar un rato largo a que algo pase, que le damos una oportunidad aunque al principio una novela no nos enganche. Ellos no. Son tajantes.
Sin embargo, Graziela Arias Ruiz lo ha logrado con éxito precisamente por esa prosa amena y suelta con la que conectamos desde la primera página, ya que desde el primer momento empieza lo bueno: el asesinato se nos presenta rápido y todos los acontecimientos vienen rodados en un no parar. Y así, sin apenas darnos cuenta, vamos avanzando en la trama de forma trepidante hasta llegar al final y quedarnos sin aliento, como si de una carrera se tratase.
Además, dentro de esta aventura también encontramos datos curiosos que nos dejan con la boca abierta. Curiosidades, fechas, países y momentos de tiempos pasados que nos hablan del trabajo que hay detrás, un trabajo de documentación e información que sorprenderá a niños y adultos. Y como ejemplo os pondré uno que me gustó mucho cuando lo leí y que dejó impresionado a Javier, nuestro joven protagonista: el ejemplo del sombrero panameño. ¿A que no sabíais que los sombreros panameños no son típicos de Panamá sino de otro país? No os diré de cuál, para eso tendréis que leer el libro, pero tened claro que vais a disfrutar aprendiendo.
En conclusión, El misterioso asesinato de Pico Len es un libro en la línea de Los Cinco perfecto para avivar nuestro intelecto y el de los jóvenes aprendices de detective que danzan por nuestras casas, parques, colegios y calles, dispuestos siempre a vivir una gran aventura.
Una novela con ilustraciones creadas en blanco y negro por Macarena Robles para que los lectores las llenemos de color con nuestra imaginación. Pero sobre todo, esta es una historia que fomenta la lectura, la cultura y el saber, el trabajo en equipo, el cariño y respeto a los animales y, por supuesto, la amistad a través de sus personajes. Por eso este libro es necesario para los niños de hoy en día, para que aprendan las cosas buenas de verdad al igual que las aprendimos nosotros.