El morador de las tinieblas

Reseña del cómic “El morador de las tinieblas de H.P. Lovecraft”, adaptación de Gou Tanabe

El morador de las tinieblas

Nuevamente me presento aquí para hablaros de una adaptación de Gou Tanabe de una obra de H.P. Lovecraft, en esta ocasión se trata de la novela gráfica estilo manga de El morador de las tinieblas.

Escrita en 1935, fue la última historia que la mente de este autor pudo crear y forma parte de Los mitos de Cthulhu.

La editorial Planeta Cómic vuelve a ser la encargada de darnos la oportunidad de disfrutar de la versión de Gou Tanabe, y como en otros trabajos anteriores como en Las montañas de la locura o La llamada de Cthulhu, resulta ser una lectura inquietante, tenebrosa, entretenida e interesante.

Tanabe tiene un don especial adaptando a Lovecraft; consigue hacerte creer que todo lo que ocurre en las páginas de la obra son una realidad. Resulta similar a estar viendo una película, por la veracidad de las expresiones o la complejidad de las visiones. No creo estar exagerando cuando pienso en la posibilidad de que el propio Lovecraft, esté donde esté, influye de alguna manera en su trabajo, que es muso de Tanabe; y es que no entendería yo tanta exactitud en las imágenes respecto a las historias escritas y desarrolladas por el autor estadounidense si no fuera de ese modo.

Tres capítulos componen este El morador de las tinieblas que vienen acompañados de un relato corto llamado Dagón.

“He visto abrirse el oscuro universo, en el que planetas giran sin tino, en el que ruedan en un horror ignorando sin saber, ni nombre, ni brillo. – Némesis”

Así da comienzo El morador de las tinieblas, en las únicas dos páginas a todo color donde ya empezamos a divisar las criaturas del mito y que más adelante conoceremos en más intensidad.

Y con calma y el corazón medio encogido nos adentramos en el relato Dagón, donde un náufrago encontrará una isla, sin saber si quiera cómo la ha encontrado y allí verá una deidad no humana, ni siquiera parecida a nada que en nuestro planeta pueda comparársele…. El Dagón o Dagon, es una criatura gigante parecida a un pulpo, que parece haber sido divinizada por los antiguos filisteos.

Es un relato breve pero intenso y, como siempre, la historia contada a través de los dibujos es incluso mejor que la narrada con letras.

Y tras este preludio sin igual, da comienzo El morador de las tinieblas, dividida en esos tres capítulos que comentaba antes y en el que la calidad de la adaptación de Gou Tanabe no hace más que subir de nivel.

Conoceremos a un solitario y joven que, habiendo alquilado un estudio para dar rienda suelta a sus diferentes dotes artísticas, cada día contempla una extraña iglesia negra desde su ventana y es testigo de cómo los pájaros nunca se acercan a la torre más alta del edificio.

El día que decide visitar la iglesia encontrará allí varias cosas inquietantes, entre otras, el famoso libro El Necronomicón y despertará algo que llevaba muchos años dormido y que nunca debió ser convocado de nuevo.

Monstruosidades que cobran vida en cada página. Pesadillas hechas realidad en cada viñeta donde la ausencia de color hace que todo sea aún más macabro.

Los mitos de Cthulhu nunca han sido tan absorbentes.

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