Recuerdo como si fuera ayer el día que comencé a leer Matar a un ruiseñor, un libro que me habían recomendado cientos de veces, pero que nunca me animaba a leer. Su lectura me absorbió por completo y me hizo reflexionar mucho acerca del racismo y las diferencias sociales. Marcó un antes y un después, porque ¿cómo se puede juzgar a alguien simplemente por el color de su piel? ¿Por qué se cometían tantas injusticias contra la comunidad negra?
Desafortunadamente, no tengo respuesta a ninguna de estas preguntas. El problema es que sigue ocurriendo en nuestros días y como ejemplo tenemos la historia que se cuenta en El odio que das, un libro inspirado en el movimiento Black Lives Matter y que narra temas como la violencia policial y el racismo en pleno siglo XXI.
La protagonista de este libro es Starr, una joven de dieciséis años que vive entre dos mundos: su barrio pobre de gente negra y un distrito residencial blanco, en el que acude al colegio. Aunque se le hace difícil compaginar ambos mundos, todos los problemas comienzan cuando presencia el asesinato de su amigo Khalil a manos de un policía blanco. Ahí es cuando se da cuenta de las injusticias que se cometen contra su comunidad y el racismo al que muchos de los suyos deben hacer frente a diario.
Me ha sorprendido muchísimo el personaje de Starr, una protagonista que muestra su valentía desde el primer minuto en el que ocurre esta tragedia. No tiene miedo de alzar su voz y contar la verdad sobre el asesinato de su amigo, aunque esto le acarree problemas a ella y a su familia. Su fortaleza y coraje destacan en esta novela y se convierte en un modelo a seguir para sus padres, sus hermanos y su novio, además de para toda su comunidad. Además, me han encantado las relaciones que desarrolla la protagonista, no solo con sus padres, que la apoyan en todo lo que hace y le enseñan cómo es la vida real, sino también con sus amigos y con su novio, con los que no tiene problemas de mostrarse tal y como es y que la aceptan y la quieren por ello.
La pluma de Angie Thomas al relatarnos todos los acontecimientos que ocurren en esta novela es ágil y realista y despierta empatía al lector, sin importar el color de su piel, ante los personajes principales, gente negra que ve amenazada su vida injustamente.
Si esto se tratara únicamente de una novela de ficción, sería una historia desgarradoramente real, que llega al corazón de todos los lectores y que nos hace sentir y sufrir junto a sus personajes. Sin embargo, este no es de ese tipo de historias. Aunque todo lo que le ocurre a Starr no es real, historias como la suya ocurren cada día en Estados Unidos y es contra lo que lucha el movimiento Black Lives Matter.
Es increíble cómo en una sociedad tan avanzada como la nuestra siga ocurriendo esto. La falta de tolerancia y las injusticias cometidas contra la comunidad negra son una muestra de que el racismo sigue existiendo y seguirá existiendo mientras haya gente que no lo castigue. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que hasta el Presidente de Estados Unidos lo hace proliferar aún más. Por eso creo que historias tan reales como la que se cuenta en El odio que das son tan necesarias, ya que nos cuentan el punto de vista de esas personas que se enfrentan ante una realidad que les ha tocado vivir únicamente por el color de su piel. Es vergonzoso que algo así siga ocurriendo, pero es de aplaudir que personas como Angie Thomas se esfuercen por dar a conocer esta realidad y la denuncien valientemente ante el mundo.
Hay libros que pasan desapercibidos en nuestras estanterías, que son una historia más entre cientos. Pero hay libros que destacan, que marcan la diferencia y que nunca te cansas de recomendar. El odio que das pertenece a este último grupo, y no solo se ha hecho un hueco especial en mis estanterías, sino que también se ha hecho un hueco en mi corazón.