El Pacificador: Perturbar la paz

Reseña del cómic “El Pacificador: Perturbar la paz”, de Garth Ennis

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Conocí, como mucha otra gente, imagino, a El Pacificador en la peli de El escuadrón suicida. La buena, la de 2021, no la mierda esa en la que salía Will Smith y lo único rescatable era la presencia de Harley Quinn, más por la actriz y el personaje en sí que por lo que aportaba a la peli. En esa peli, en la buena, insisto, el papel que desempeñaba El pacificador no era más que el de un secundario del que no recuerdo que me hiciera especialmente gracia. Sin embargo la serie fue otra cosa. La serie de DC fue lo mejor que he visto en mucho tiempo. Con humor, tacos, violencia e idas de olla (¿mariposas?) fue todo un puto parto de culo de principio a fin y estoy deseando ver la segunda temporada.

Así que sí, fue la serie y no la peli la que hizo que quisiera leer este El Pacificador: perturbar la paz en cuanto tuve conocimiento de él. Un cómic corto salido de la mano de Garth Ennis, el creador de obrazas maestras como Predicador o The Boys que sirve (un poco al menos) para contarnos el origen de Christopher Smith como Pacificador.

Un Ennis que en menos de 48 páginas se las arregla para meter explosiones, suicidios, asesinatos de bebés, tiburones y traumas que han forjado la personalidad de Smith hasta convertirle en lo que ahora mismo es: un tío obsesionado con la paz, que no dudará en matar a quien haga falta para conseguirla.

Y sin embargo, este cómic es muy diferente en el tono al mostrado en la serie. Lejos del humor negro, el cómic no provoca ninguna sonrisa y se conforma como una obra seria, demasiado intensa y formal, con ínfulas de oscuridad. Como una génesis de lo que está por llegar. Y es que ni en una sola viñeta vamos a ver a Smith con su característico traje y casco (maldita portada engañosa). Ennis escarba en los vericuetos de la mente de nuestro protagonista confrontándolo con una psicóloga que a la vez será analizada por este.

No es que el cómic esté mal, que no lo está, pero los fans de la serie esperábamos encontrar algo que estuviera más en sintonía con lo visto en esta, y más estando a los mandos Ennis, el apóstol de la violencia exagerada. Este pequeño cuento se olvidará tan pronto como acabe de leerse y es posible que forme posos de decepción en algunos lectores.

Por otra parte, la historia fluye y el ritmo es bueno en los continuos vaivenes entre presente y pasado. La personalidad de Smith queda bien definida y sus ideas claras al finalizar el cómic. Lástima que no se hay podido extraer todo el potencial de El pacificador al querer dar un enfoque más “maduro” y querer diferenciarse del carácter de la serie.

En resumen, El Pacificador: perturbar la paz puede gustar a los que gusten de historias sólidas y no conozcan ni esperen nada del personaje pero desilusionará a los fans que hayan acudido a este cómic tras el éxito del producto televisivo.

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