El pájaro espectador, de Wallace Stegner
Wallace Stegner es uno de esos autores de los que siempre he oído hablar maravillas. No conozco todavía un lector que haya tenido en sus manos un libro suyo y haya salido decepcionado. Además, sus novelas vienen refrendadas por premios tan importantes como el National Book Award, que ganó en 1977 con la novela que hoy os presento.
El pájaro espectador es una historia protagonizada por Joe Allston, un agente literario ya jubilado, que pasa plácidamente sus últimos días en California, junto a su mujer, sin otra diversión que mantener al día su jardín o cortar leña. No tienen descendencia (su hijo murió hace años) y se limita mirar resignado como se diluye la última etapa de su vida.
Un día, Joe recibe una postal de Astrid, una condesa con la que compartieron unos meses hace 20 años en Dinamarca. Este acto descoloca a Joe, que acude al desván a desempolvar los viejos diarios que escribió en aquella aventura. Cada noche, como si de un cuento se tratara, Joe leerá a su esposa los diarios, rememorando juntos recuerdos casi enterrados, pero muy importantes para Joe, que hará un balance de lo que fue su vida y lo que ha sido a raíz de ese capítulo de su existencia, ya que el motivo de su visita a Dinamarca fue la posibilidad de encontrar los orígenes de su madre, nativa de dicho país.
Mientras nos sumergimos en los diarios de Joe, notamos que un gran secreto, enterrado en la memoria durante 20 años, se cierne sobre su lectura, y que está latente tanto en los pensamientos y diatribas de Joe, como en las comedidas palabras de su esposa Ruth.
He de reconocer que Wallace Stegner escribe con una prosa magnífica, algo lenta, pero quizá adecuada de manera premeditada a la edad de los protagonistas. En El pájaro espectador encontramos una historia sobre la vida misma. Una historia en la que dos personas mayores llegan al final de su vida y ponen en una balanza los logros y los errores, constatando sus miedos al futuro, y sus temores a revivir experiencias pasadas que daban por muertas.
Y todo ello de la mano de dos personajes como Joe y Ruth, que bien podrían ser cualquiera de nuestros abuelos, y que Wallace Stegner retrata como un matrimonio, cuanto menos, entrañable.
Sin dudarlo, cuando tenga la posibilidad de hacerme con otro libro del autor, repetiré la experiencia.
LO MEJOR: La forma de Wallace Stegner de novelar la vida de dos personas que llegan al final del camino.
LO PEOR: Varias frases en danés no están traducidas. Algunas se sobreentienden, pero otras son realmente difíciles.
César Malagón cesar@librosyliteratura.es
Hola Cesar,
Realmente Wallace Stegner es un autor que deja huella, si te ha gustado su prosa, te recomiendo “Angulo de reposo” yo disfruté mucho con su lectura, ahora tengo pendiente de leer el que acabas de reseñar pero no me ha extrañado nada quetus oponiones sean tan favorables.
Un saludo
Probaremos a leer algo de este autor, lo lei hace tiempo y necesito refrescarlo.
Un saludo
Gracias Coco por la recomendación. Es cierto que en muchos blogs he encontrado buenas referencias de ese libro, así que espero leerlo en un futuro, a poder ser, no muy lejano!
Pepebadajoz, si te gustaron libros anteriores suyos, seguro que también te gusta este. Por lo que he oído, son más o menos del mismo estilo.
Saludos a los dos
Ya hemos leido un par de libros en simultáneo. Y además hemos dos reseñas bastante complementarias.
Sólo añado que estoy asombrado de los buenos libros que está editando Asteroide.
Un saludo.
PUes si Thomas, es mucha casualidad, jeje.
Suscribo lo de los buenos libros que edita Asteroide. Yo en breve me pondré con “La bandera invisible”, de Peter Bamm
Saludos
Me reafirmo en mi interes por conocer al autor, en mi biblioteca tengo localizados angulo de reposo, y en un lugar seguro, y otro que no recuerdo el nombre, asi que tengo por donde empezar… este me ha llamado la atención asi que seguro que lo busco y lo leo